«CONTRA EL AMÉRICA DE CALI JUGAMOS PRÁCTICAMENTE SIN DORMIR, ESTUVIMOS TODA LA NOCHE CON LA BATUCADA EN LA OREJA»
A 32 años de la conquista de la Copa Libertadores de 1988, hablamos con el capitán de aquella histórica gesta, con el gran HUGO DE LEÓN.
32 AÑOS DE LA LIBERTADORES DE 1988
«Es un día especial para toda la familia tricolor, lógicamente para todos los que tuvimos la suerte de representarlos, son fechas que nos emocionan más, y nos hacen recordar todo. Es una fiesta tricolor y como buena fiesta hay que aprovechar y estar todos unidos, que eso es lo que hace más grande a Nacional».
LLEGÓ AL DECANO PARA LA SEGUNDA PARTE DE LA COPA Y FUE DECISIVO
«Regresar al club, en medio de lo que era el proyecto de poder volver a tocar el cielo con las manos, que era volver a ganar internacionalmente, cosa que Nacional estaba precisando en aquel momento. Fuimos felices con aquel grupo, los dirigentes, los funcionarios, y lógicamente el gran apoyo que siempre nos da la hinchada de Nacional, se pudo sacar adelante. Lamentablemente hoy es la última gran conquista del fútbol uruguayo».
LOS SALUDOS DE LOS HINCHAS
«Siempre cuando son fechas en donde uno tuvo la oportunidad de participar, como yo estoy en todas las redes sociales, ya me conocen que estoy ahí, saludando, y ellos te dan el saludo también, el reconocimiento a lo que fue nuestro momento en el club. Es un ida y vuelta, entre lo que uno siente y lo que siente el hincha, porque el jugador es el reflejo del hincha dentro de la cancha».
EL MOMENTO MÁS DURO DE LA COPA
«Yo creo que ante aquel gran equipo del América [Cali], esa fue la parte más difícil, tenían un equipazo. Tuvieron varias oportunidades y no habían podido llegar, pero con un gran plantel. Aquellos 180 minutos fueron los partidos más duros, al menos de lo que yo jugué».
EN CALI FUIMOS VISITANTES DE VERDAD, PERO ALLÍ LOGRAMOS EL PASAJE A LA FINAL
«Jugamos prácticamente sin dormir, pero estábamos tan conectados que pudimos dar la talla en el partido, sufrimos por haber estado toda la noche con la batucada del América en la oreja, no fue fácil de sobrellevar. Por suerte tuvimos la fortaleza, de que igualmente con poco descanso haber llevado adelante el plan y sacar el partido que fue durísimo».
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«Era una tentación para cualquiera, que vengan las colombianas con la llave del hotel a invitarte. Yo ya conocía esas historias de la Copa, pero nunca me había tocado, esa fue la primera vez que nos tocó algo así. No les bastó con no dejarnos dormir, el partido fue de noche y durante todo el día estaban ahí en el hotel, alojadas la mayoría en el piso donde estábamos nosotros. Utilizaron todo lo que pudieron pero el equipo no se dejó llevar, estaba todo compenetrado, y se dedicó a lo que tenía que hacer que era jugar».
