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CRÓNICA DE UN AÑO QUE, TRAS MUCHAS DIFICULTADES, TERMINA CON FESTEJOS

 

Tras pelearla toda la temporada, finalmente Nacional se quedó con el tan ansiado Campeonato Uruguayo.

 

Nacional es Campeón Uruguayo y todo el pueblo tricolor está de parabienes. Se cerró de la mejor manera un año que tuvo de todo. Se puede decir que esta historia comenzó el 8 de diciembre del 2018, día en que se celebraron las elecciones en el Decano, con la contundente victoria de la lista 1899 bajo el lema «Compromiso Nacional», que se quedó con ocho de los once cargos en Directiva. De esa manera llegó José Decurnex a la presidencia, Alejandro Balbi a la vicepresidencia, junto a los contadores Alejandro Irastorza, Gustavo Amoza y Gonzalo Lucas para la parte económica, y tres dirigentes con experiencia de fútbol como José López Rubio, Antonio Palma y Alejandro Orellano. Los tres cargos restantes se repartieron entre las corrientes minoritarias, dos fueron para la lista 20 (José Fuentes y Pablo Durán), y uno para la lista 14 (Raúl «Nono» Giuria).

La nueva Comisión Directiva encontró un Nacional en crisis a todo nivel. Deportivamente se venía de perder una final clásica y de que el tradicional rival se consagre Bicampeón. Políticamente, se venía de una catarata de errores, por parte del presidente saliente José Luis Rodríguez, quien con sus movimientos erróneos con respecto a la lucha Tenfield vs AUF, se había parado del lado opuesto al del resto de la Directiva, incluso haciendo declaraciones en contra de los reclamos de los árbitros por derechos de imagen, que terminaron constando carísimo, ya que se terminó tirando en contra a gran parte del poder del fútbol. Económicamente, también Decurnex asumió un enorme desafío. Había que bajar el presupuesto como sea, ya que lo que se estaba gastando era totalmente insostenible. Pero había que hacerlo sin perder poder deportivo, porque había que evitar el «tri» del rival. Nunca es fácil lograr ese equilibrio, pero finalmente lo lograron, aún tomando medidas que se podían considerar polémicas, como por ejemplo el aumento en un 50% de la cuota social.

La temporada 2019 se encaró con el objetivo prioritario, dicho públicamente por los dirigentes, de ganar el Campeonato Uruguayo. Pero deportivamente, se cometieron errores al principio de la temporada. El más garrafal fue la contratación de Eduardo Domínguez como director técnico. Muchos pensaban, en lo previo, que iba a llevar tiempo que el DT argentino conozca el medio uruguayo, y que implante su idea futbolística, y que Nacional no estaba en condiciones de esperar mucho. Fue lo que terminó pasando y los que pensaban eso tuvieron razón.

En el período de pases también hubo errores. Se habían ido 14 jugadores del plantel anterior, y llegaron 12. Nueve fueron contrataciones nuevas: Mathías Cardacio, Gustavo Lorenzetti, Octavio Rivero, Pablo García, Rodrigo Amaral, Felipe Carballo, Felipe Carvalho, Alvaro «Palito» Pereira y Joaquín Arzura. Los tres restantes retornaron de préstamos (Kevin Ramírez, Facundo Labandeira y Axel Müller). Basta repasar los nombres de las caras nuevas para darse cuenta de que al menos en la mitad de los casos se fracasó en las incorporaciones.

A pesar de haber ganado la Supercopa Uruguaya, en un partido donde se resistió como se pudo, en inferioridad numérica y se terminó llegando al triunfo por penales, y también a pesar del buen arranque en Copa Libertadores con dos triunfos en los primeros dos encuentros, el ciclo de Domínguez se iba a cortar abruptamente. Lo que muchos pensaban, que era una apuesta arriesgada, se terminó cumpliendo. En cinco fechas del Torneo Apertura, Nacional había hecho 3 puntos de 15 posibles, sin haber ganado ningún partido y ubicándose en el último lugar en la tabla. Insostenible para un técnico sin espalda ni trayectoria en el club. Fue cesado, y la Directiva tuvo que recurrir a un hombre de la casa, como Alvaro Gutiérrez, para que saque al Bolso de la angustiante situación en la que estaba, nueve puntos abajo de Peñarol, y diez puntos abajo de Fénix que era el líder del torneo.

El último partido de Domínguez, por la quinta fecha del Apertura, fue un sábado, en Jardines del Hipódromo, con derrota 2 a 0 ante Danubio. El domingo, por la tarde fue confirmado Gutiérrez, y por la noche, Peñarol enfrentaba a Wanderers en el Centenario. Si el tradicional rival ganaba nos sacaba 12 puntos. Pero perdió, y quedamos a nueve. Se puede decir que ahí arrancó la remontada. 

El «Guti» debutó ante Plaza Colonia en el Gran Parque Central. En una semana de trabajo ya encontró el equipo. Metió mano, hasta el hueso, e hizo cambios que se notaron al instante, mejorando el hasta ahí pésimo rendimiento del equipo. Dejó de lado la línea de tres que utilizaba Domínguez, y «borró» del equipo a algunos jugadores que el argentino utilizaba con frecuencia, como Marcos Angeleri, Joaquín Arzura, o Agustín Sant’anna, este último fuera de puesto, como carrilero por izquierda.

Guzmán Corujo no había tenido minutos aún en el año por la lesión de ligamentos cruzados sufrida en 2018. Felipe Carvalho había jugado apenas 5 minutos por Libertadores. Gutiérrez confió en los dos como titulares, y desde el primer partido fueron una buena pareja de backs, que a lo largo de todo el año, salvo algún partido puntual, dio seguridad. Otro acierto importante fue el ingreso de Rafael García como «5», algo que nadie esperaba. El «Rafa» no le falló al «Guti», y Nacional ganó en presencia y juego aéreo en la mitad de la cancha, zona siempre neurálgica.

El Decano venció 3 a 0 a Plaza, y comenzó una racha positiva, de diez partidos invicto en las últimas diez fechas del Apertura, con siete victorias y tres empates. Entre esos empates hay que destacar dos: ante Fénix, con el muy mal arbitraje de Andrés Cunha y el línea Martín Soppi, que generó las explosivas declaraciones de Decurnex tras el encuentro, y una nueva polémica referil, que siguió en la semana con palabras duras de Hugo De León también contra los jueces. El otro empate relevante fue el del clásico, que fue histórico por ser el primero en el estadio del tradicional rival. Con un pésimo arbitraje de Esteban Ostojich, que condenó a Nacional a jugar durante 45′ con uno menos, el Bolso resistió frente a viento y marea para irse sin perder el partido.

De esa manera, y tras esa buena racha de diez partidos, el Bolso logró reducir la diferencia en la Tabla Anual de nueve puntos a solamente cuatro. El Apertura lo ganó Peñarol, pero la diferencia era poca y las chances de ganar la Anual y el Uruguayo estaban intactas. Al mismo tiempo se logró la clasificación a octavos de final de la Copa Libertadores, eliminando a Atlético Mineiro, tras un gran partido ganado por 1 a 0 en el Mineirao con gol de Felipe Carballo y una gran actuación de Luis Mejía, a esa altura ya consolidado como arquero titular de Nacional, en detrimento del «Coco» Conde que se terminaría yendo a Argentina en la mitad del año.

En la 14a. fecha del Apertura se da la lesión de Rodrigo Amaral, ante Rampla Juniors en el Campus de Maldonado. Una nueva adversidad que había que afrontar. El «10» estaba siendo gran figura, volviendo a ser el de antes, confirmando lo que había prometido en su anterior etapa en Nacional y en selecciones uruguayas. Fue un golpe duro para todos. En el período de pases iba a llegar Pablo Barrientos con la misión de suplirlo, pero aunque tuvo algunos buenos partidos, no terminó dando el rendimiento que daba «Rodri».

Llegó la pretemporada. Tanto Nacional como Peñarol se fueron a Miami. Allá jugaron un clásico, el tercero fuera del Uruguay. El Bolso había ganado los dos primeros y esta vez le tocó al rival. A la vuelta, había que enfrentar al Inter de Porto Alegre por octavos de final de la Copa Libertadores. Se hizo un buen partido en el Parque Central pero se perdió. En la revancha se cayó claramente, quedando eliminados. Enseguida, dos empates consecutivos por el Intermedio, ante Boston River y River Plate. Todo esto generó una serie de críticas hacia Gutiérrez y rumores a nivel de prensa acerca de una supuesta duda sobre su continuidad. Allí salió el Manager General del club, Iván Alonso, en Pasión Tricolor a desmentir esto y darle todo el respaldo al entrenador.

Nacional no venía bien en el Intermedio pero Peñarol tampoco. La diferencia era de cinco puntos a favor del rival hasta que llegó un fin de semana clave, en la penúltima fecha. El aurinegro cae con River en el Saroldi, y al otro día Nacional vence a Juventud en Las Piedras, para ponerse a dos puntos a una semana del clásico. Se generó una expectativa muy grande de poder pasar al frente en la Anual en caso de vencer. Felipe Carballo había tenido una buena actuación ante los pedrenses y el «Guti» lo colocó como titular en el partido más importante. Fue la tarde del «Chory», la del golazo de antología desde 35 metros, para una victoria clara por 3 a 0, para tomar el liderato de la Anual y encarar con el ánimo bien arriba el Clausura.

Un Clausura que iba a arrancar con Nacional a todo trapo, ganando los primeros siete partidos, sacándole siete puntos de ventaja a Peñarol en dicho Torneo y ocho en la Anual. El gran rendimiento, entre otros, de Matías Viña resultó clave en esta racha de victorias, lo que le valió incluso la citación a la selección. Parecía que estaba todo liquidado, pero dos caídas consecutivas, ante River Plate y Cerro Largo, y una serie de partidos ganados por el tradicional rival con la ayuda de los jueces, puso la recta final al rojo vivo. Apareció incluso un tercero en discordia, que fue Progreso, al que Nacional enfrentó en el Parque Paladino en un momento en el que el equipo de La Teja era el líder del Clausura. Ese día el Bolso ganó una final, con el gol de Laborda y la magnífica, excelente, estupenda atajada de Luis Mejía en el final. Un envión fundamental, a una semana de un nuevo clásico, que terminó con empate sin goles, resultado que servía para mantener la punta de la Anual pero que le permitía a Progreso otra vez subirse a la cima del Clausura. En ese clásico hubo un claro penal no cobrado contra Pablo García que generó la bronca de todo Nacional con Leodan González.

En la 13a. fecha iba a llegar un partido clave ante Defensor. Otra vez un despojo arbitral, en este caso de Pablo Giménez que no pitó el penal a Thiago Vecino. Explotó todo Nacional definitivamente, a nivel institucional, retirándole la confianza al Comité Ejecutivo de la AUF encabezado por Ignacio Alonso y quitando sus miembros de los organismos de la Asociación. Una decisión polémica, pero algo había que hacer, no se podía seguir dando la señal de que estaba todo bien. Con la derrota 2-1 ante los violetas, el Bolso quedaba sin depender de sí mismo, y Peñarol pasó a liderar todas las tablas tras vencer a Fénix otra vez con ayuda arbitral. El tradicional rival quedaba a dos partidos de su ansiado tricampeonato.

Pero en la fecha 14, Progreso le iba a dar una mano a Nacional. Le empató al aurinegro, y el Decano tras vencer en un infartante partido ante Rampla Juniors, retomó la punta de la Anual en solitario, y la del Clausura compartida con Peñarol. Así se llegó a la última fecha donde los dos grandes ganaron, de esa forma el Bolso ganó la Anual y se tenía que jugar un clásico para definir el campeón del Clausura.

Lo que resta, es historia fresca y reciente. Primero ganamos la final del Clausura y luego la del Uruguayo. Dos finales clásicas, dos Copas levantadas «en la cara» del clásico rival, para el goce absoluto de toda la parcialidad más grande del Uruguay. Un título que será largamente festejado en los días que vienen, porque el pueblo tricolor lo merece, tras pasar muchas «pálidas» a lo largo del año, muchos momentos difíciles, muchas dificultades externas de todo tipo.

La Directiva y el cuerpo técnico fueron grandes ganadores en la temporada. Gutiérrez reafirmó una vez más su condición de ganador, obteniendo su segundo Campeonato Uruguayo, otra vez con final ganada ante Peñarol, y manteniéndose invicto en clásicos oficiales. Los dirigentes, hicieron su trabajo, volvieron a las raíces de Nacional en muchos aspectos, sobre todo en lo político, con el indudable aporte de Eduardo Ache como delegado y como voz de consulta permantente en este tipo de temas.

Este fue el camino, creíamos que valía la pena repasarlo y compartirlo con todos los hinchas de Nacional. ¡SALUD CAMPEÓN!

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