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«EN VARIOS MOMENTOS PUDIMOS SACAR ADELANTE AL CLUB EN SITUACIONES LÍMITE»

 

Una espectacular charla mantuvimos este jueves en nuestro programa con el gran HUGO DE LEÓN, un prócer de la institución. Tras lo que fue el homenaje realizado el martes en Los Céspedes, donde se le puso su nombre a una de las canchas,  nos contó las sensaciones de ese momento. Además aprovechamos para hablar sobre su trayectoria, y también cómo ve algunos de los temas de actualidad, como el protocolo de juveniles que propone un grupo de socios de Nacional, y también el momento actual del fútbol uruguayo. 

 

EL HOMENAJE EN LOS CÉSPEDES

«Fue un momento muy lindo, reencontrarme con el club. Yo no había podido venir a algunos homenajes porque coincidió que las veces que los hicieron estaba afuera. Ahora tuve la felicidad de hacer una fiesta dentro del club, con generaciones de las que aprendí mucho, no sólo como jugador sino que me ayudaron a crecer como persona. La fiesta fue completa, porque el homenaje y la placa está a mi nombre pero es como lo dije, tuve que hacer un reconocimiento que nunca lo había hecho: estoy seguro que ninguno se imaginaba lo que yo siento de haber estado con ellos y de haber aprendido de ellos en todos mis pasajes por Nacional. Todas las generaciones, con algunas ganamos, con otras perdimos, porque la vida es así. Pero siempre creciendo, siempre defendiendo a Nacional, siempre dando el máximo en busca de los objetivos. Aproveché, estaban dos de mis nietos, dos no pudieron venir, estaban mis hijas, vino un hermano en representación de los que están en el enterior, muchos amigos, y lógicamente los jugadores que dirigí, algunos que están jugando ahora, el técnico Medina que fue jugador y es un gran amigo. Mucha gente con la que tengo una relación muy linda porque aprendí mucho con ellos y compartí momentos muy lindos con ellos defendiendo a Nacional en todas mis etapas».

 

DISTINTAS ETAPAS EN NACIONAL

«Son todos momentos diferentes, te toman en edades diferentes, en situaciones del club diferentes, en cuanto a lo que se apuntaba en cada etapa. En varios momentos se combinó mi regreso con la felicidad de, en momentos difíciles, poder sacar adelante un proyecto. Tanto en el ’88 cuando regresé, como en el ’98 cuando empecé como entrenador en el club, eran momentos donde las cosas no venían bien pero pudimos enderezar el barco, que Nacional recuperara su grandeza, y de ahí en más tuviera el predominio que tiene que tener, a nivel local como mínimo».

 

¿DESDE CUÁNDO ES ÍDOLO?

«El rótulo de ídolo no sé en qué momento lo habrán visto los hinchas. Eso es la visión del hincha. Uno está ahí adentro, metido en lo que es sacar cada partido, cada campeonato, cada proyecto del club. Uno está en eso, no en lo que está pasando afuera. Lo que sí estoy seguro es que desde el momento en que [Pedro] Dellacha en el año ’79 me pone de capitán en el equipo, en un equipo donde había muchos jugadores experientes me da el capitanato, de ahí en más el hincha empezó a mirar con otros ojos lo que estaba pasando y el porqué de ese reconocimiento ante jugadores de más experiencia. Por suerte hice un gran año, y ahí se afirmó mi relación con el hincha. En el ’78 jugué un par de partidos de zaguero, después el Prof. [Ricardo] De León me puso de lateral. Después por el motivo de que me casé, me tuve que tomar licencia y perdí la posición. Cuando volví a mi posición, en el ’79, y todavía pasé a ser el capitán, creo que ahí fue el quiebre en lo que era mi posición dentro del club y dentro del plantel».

 

¿DE CHICO SOÑABA CON GANAR TODO?

«No, uno vive el día a día, el momento. Primero llegás, la ilusión de cuándo vas a debutar, después si vas a ser titular, si te vas a poder mantener, si vas a poder ganar un campeonato, es todo paso a paso. Es un crecimiento de un escalón por cada vez. Es muy difícil programarse, esto es domingo a domingo, o domingo a miércoles. Subís y bajás. Hay que estar muy compenetrado en lo que se está haciendo. Hay que ir subiendo la escalera y logrando los objetivos».

 

LOS GRUPOS QUE FUERON CAMPEONES DE AMÉRICA Y DEL MUNDO

«Primero el recuerdo de lo que fue el trabajo en cada año, la planificación. Fuimos avanzando en busca del objetivo en silencio. Muy compenetrados. Yo en el ’88 llegué en la mitad pero el grupo tenía las mismas características que el del ’80. Fue un equipo que se programó para ir partido a partido, pero para ir subiendo, doblegando a los rivales, sabiendo que se podía. Eso lo tuvieron por igual los dos. Fuimos paso a paso, con grupos muy compactos. Manejar un grupo, donde hay titulares, otros que van al banco y otros que no van, no todos están en la misma sintonía, a veces es muy difícil. Pero hay momentos donde hay una sintonía general, que cada uno sabe cual es su posición y empuja para el mismo lado, las energías son positivas, en los entrenamientos, los comentarios, la ayuda al compañero que está jugando y está entrenando. Eso es lo que hace que el equipo se haga más fuerte, que el que está afuera te ayude a reconocer los errores. Eso se da a veces, pero creo que esos dos grupos tenían eso. El del ’80 era un grupo menor, el del ’88 era mayor pero tenía ese espíritu».

 

POR QUÉ AHORA CUESTA TANTO…

«Es un número matemático. La Libertadores tradicional se jugaba con dos equipos de cada país. Vos competías con dos de los poderosos de Brasil y Argentina, pero eran dos. Hoy competís con once o doce. Se triplicaron los equipos de poderío económico y deportivo. Tres veces más poderosos los rivales, más difícil llegar. Y durante muchos años, que ahora por lo menos se corrigió, habían desvirtuado la Copa trayendo equipos mexicanos, como traen selecciones de otros lugares a jugar la Copa América. Quien disfrutó una cosa, no puede tolerar que por plata se menosprecie la competición. Los europeos juegan otro torneo, la CONCACAF juega otro torneo, Oceanía juega otro torneo. Invitados hubo sólo en Sudamérica. Nosotros mismos nos desvalorizamos por un puñado más de dólares. Que paguen más a los que están, y a los que pertenecen a la Confederación. Por lo menos ahora en la Copa ya los mexicanos no entran. Pero en las selecciones seguimos con esa manía de traer invitados porque ponen dinero».

 

SU LLEGADA A LA DIRECCIÓN TÉCNICA EN 1998

«Yo estaba en Río de Janeiro. Había dirigido a Fluminense y me había quedado en Río. Leo Percovich que es un hermano, estaba en el Fluminense, sufriendo una hernia de disco, estuvo mucho tiempo postrado, y yo lo acompañaba. Hasta que después de mucho tiempo se hizo dos operaciones. Lo acompañé hasta diciembre, y cuando ya estaba de volver de vacaciones, que desde fines de julio estaba en Río, me llama Jorgito Chijane, que es un hermano mío. Me dijo qué pasaba que yo no atendía los llamados de Nacional. Quedé sorprendido y le pregunté cuántas veces sonó mi teléfono. Dijo que lo atendí a la tercera vez. De Nacional dijeron que me estaban llamando. Yo mi teléfono lo tengo vía libre, así que lo atendí. Los dirigentes me pidieron si podía tomarme un vuelo y venir. Ya estaba contratado el Prof. Gesto. Me reuní en la casa de Ignacio Rospide, con Dante Iocco, el Ing. Muxí, Oscar Magurno y Eduardo Ache. No me acuerdo si había algún otro dirigente. Me explicaron cuál era la situación. Me preguntaron si estaba al tanto de lo que estaba pasando, del año difícil que iba a ser el ’98. Ellos ya habían descartado antes de que yo llegara 13 futbolistas del grupo que había terminado ese campeonato. Les hice mis comentarios de lo que me parecía que había que hacer, y se ve que los convencí. Y me eligieron en ese momento».

 

CONOCEDOR DE CÓMO ERA LA HISTORIA

«Les dije que para aceptar, yo tengo una condición sola. Era quién me garantizaba, de los dirigentes, que el campeonato lo ibamos a decidir dentro de la cancha. Se prontificaron Magurno, Ache, Muxí y todos, sabiendo de lo que estábamos hablando. A partir de ese momento les dije, quédense tranquilos que vamos a hacer un equipo nuevo, y con el Prof. Gesto vamos a correr como Nacional tiene que correr, para ser un equipo protagonista, que va a tratar de sacar adelante este año tan difícil. Yo nací en Nacional, y conozco todo, cuando ganás dentro y cuando ganás fuera. Hay que estar atentos para que sea un juego de lo que se ve en la cancha, y de rendimientos, nada más».

 

ENTRENADOR: UNA ETAPA CERRADA

«La cerré en el 2005, el 21 de abril. Ya está. Yo me había programado que iba a trabajar 10 años. No sé si llegué entre las paradas, si llegué o no. Ya sabía que no iba a seguir mucho tiempo, porque sé lo que es el estrés de estar de entrenador, el costo-beneficio no lo quería pagar. Cuando vi que el costo era mayor de lo que era el beneficio de estar ahí parado al lado de la cancha defendiendo al club, que la salud se me iba a ir muy rápidamente, que se me iba a acelerar mi envejecimiento, dije, ‘voy a dar un paso al costado y volver a ser hincha’. Disfrutar cuando gana y entristecerme cuando pierde, apoyar desde afuera como lo debe hacer cualquier hincha en las buenas y en las malas. Fue una opción de hace mucho tiempo, una opción de vida».

 

RELACIÓN CON LA GENTE

«Tengo una muy buena relación, desde que empecé a defender a Nacional, con el hincha. Lógicamente, es como digo yo, se identificaron con la manera en la que defendí a Nacional, que es como el hincha quiere que lo defiendas. Que defiendas a Nacional como defenderías tu casa. La diferencia está en eso. Cuando vos estás dentro del club, lo defendés, te posicionás en que cuando agreden al club están agrediendo a tu familia. Entonces eso fue lo que me identificó mucho con la hinchada, por eso tuvimos siempre ese feeling muy grande».

 

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CÓMO VIVIÓ LOS CLÁSICOS COMO TÉCNICO

«Es el espectáculo del momento, el partido del momento. Te preparás con tiempo, sabés lo que representa ganarlo, o perderlo. Con mucho tiempo lo planificás. El fútbol tiene esas cosas, a veces jugás bien y perdés, a veces jugás más o menos y ganás. Yo creo que de las veces que jugué mejor fue cuando perdí. En los que me tocó perder, en ninguno fue porque Nacional haya jugado menos que el rival. Tengo nítida vista de lo que sucedió en los partidos. Pero el fútbol es eso, aciertos y errores, no volumen de juego ni predominio. En esos partidos los viví con mucha angustia, porque se te va todo el trabajo y tenés que esperar varios meses. Con esa tensión y esa angustia es que uno lo vive».

 

IMPERDIBLE ANÉCDOTA

«El 2001 fue un año muy difícil para mí, porque a partir de marzo, cuando me enteré que mi hermano estaba padeciendo una enfermedad que terminó siendo terminal, me tuvo varios meses ausente de energía y de contagio. Yo considero que durante varios meses no lo entrené al equipo. No le pude pasar lo que era mi impronta, mi conocimiento de lo que podíamos hacer, durante varios meses. Estábamos jugando un Clasificatorio. Estábamos muy mal, el equipo había perdido muchos puntos. Era lógico, ellos vieron que el entrenador no estaba, que yo estaba en un mal momento. Fue un reflejo de todo, el equipo se vino abajo. En un momento hasta quise rescindir. Veía que no estaba pudiendo darle al club lo que se merecía por el tema familiar que me tenía la cabeza muy mal. Hasta en un momento lo hablé con Ache, que quería rescindir, y me dijo que no. Hasta que sucedió un partido. Nosotros estabamos ahí, viendo si podíamos clasificar o no, estábamos muy mal, dependiendo de algún otro resultado, no solo dependíamos de nosotros. Yo estaba en la casa de un amigo, me acuerdo como si fuera hoy. Por una televisión miraba una final de la Copa de Brasil, y en otra el partido que estaban jugando en el campeonato local. En el que estaban jugando a nivel local sucedió una cosa muy fea, que fue comentada hasta por los comentaristas de cancha. Eso que sucedió en ese partido fue lo que me revivió a tomar la postura de entrenador, y a sacar el resto del semestre que nos estaba faltando. Fue un partido muy triste. Se dejaron hacer un gol para intentar que Nacional no llegara. Nuestro tradicional rival con Central Español. Lo estaba mirando en la casa de un amigo hincha de Peñarol, y le dije: ‘a partir de este momento Nacional recuperó a su entrenador’. Si no hubiera pasado eso, no sé si yo no hubiera pedido mi rescisión, porque no estaba, estuve tres o cuatro meses que no estaba. Eso fue un click. En la vida yo siempre digo que suceden cosas, y hay que tomar la lectura. Tenía que pasar una cosa de esas para que yo pudiera nuevamente ponerme las pilas de entrenador del equipo, y que los jugadores se sintieran que estaban con el entrenador, al lado de la cancha. Sucedió lo que sucedió, el equipo se recuperó, el equipo ganó, pero fue un año muy duro porque falleció mi hermano cerca de las finales. Alguien muy importante, no solo para mí, sino para toda la familia, porque era el centro de equilibrio de todos nosotros. Yo tenía un año más de contrato, el equipo quería que yo me quedara, pero eso me hizo parar. Me despedí en aquel 2001. Fue muy angustiante, desde marzo hasta fin de año. Solo el que ha tenido un problema de enfermedad, que termina con la muerte de un familiar, sabe la angustia de lo que es vivir esos momentos».

 

¿UN MOMENTO EN ESPECIAL EN SU TRAYECTORIA?

«Es difícil. Te toma en distintos momentos. Primero intentando tener tu lugar en el club, después intentás repetir lo que ya lograste, después llegás en otro momento, y decís, ‘por qué en la vida siempre me tocan los momentos límites’. Pero bueno, a cada uno le toca vivir las cosas que le tocan vivir. Si te toca vivir ese momento en tu camino, es porque estás preparado para sortear esa dificultad. Todas las etapas las disfrutamos de la misma manera. Desde el primer día defendimos al club. Lo hicimos con grupos espectaculares. Gente que nos ayudó desde el primer momento. Los que trabajaron en la Sede, los que trabajaron en el Parque cuando viví ahí, los de Los Céspedes, todos los profesionales que nos cobijaron, fueron importantísimos para haber defendido a Nacional de esa manera. Todos nos pasaban esa energía que es muy importante para que uno pueda estar a tono con la historia del club».

 

¿DIRIGENTE SÍ O NO?

«Siempre me preguntaron por qué no soy candidato. Yo sé el tiempo que uno le tiene que dedicar al club. Yo si me predispuse a ayudar, era porque ese tema siempre me preocupó, el tema de las contrataciones, porque creo que es el tema neurálgico del club. La economía del club pasa por ahí. Podía ayudar, estuve unos meses y después no estuve más. Requiere muchas horas ser dirigente de un club como Nacional, con las aspiraciones, la infraestructura, el presupuesto que tiene. Es muy difícil, yo felicito a los que se candidatean y le pueden dedicar las horas que se merece el club, porque se merece estar full-time. Yo no puedo estar full-time. Aparte yo no tengo esa veta dirigencial. Puedo ayudar desde algún área, pero no tengo esa veta«.

 

SU PASAJE POR EL CUB EN 2016 EN LA PARTE DE LOS CONTRATOS

«Estuve muy a gusto haciendo lo que estaba haciendo. Mi proyección era lo que hoy están peleando los socios de Nacional con el tema de los juveniles. Yo después me fui. Lo estábamos trabajando junto con el Esc. Pena, Navascués y Lembo. Tanto que quedó un borrador, quedó eso ahí entre nosotros. Pero como yo me fui, y yo era el alma de querer implantar eso para el club, porque creo que eso es neurálgico para que el club pueda volver a ser solvente, quedé muy contento de que hay socios que tienen la misma preocupación que teníamos nosotros, de ver de qué manera se puede organizar esa parte, y que Nacional pueda ser dueño de los juveniles, que es la producción que le va a dar el sostén económico al club, para el futuro y el presente, y que se pueda llevar a cabo. En ese sentido estoy muy satisfecho. Yo me tuve que ir porque no tenía tiempo. Es una pena porque estábamos trabajando en eso. Era el área neurálgica que yo quería trabajar».

 

¿ES POSIBLE QUE NACIONAL SEA EL REPRESENTANTE DE LOS JUGADORES?

«Es posible, es viable, y es muy fácil de implementar. Lo que pasa es que hay que tomar el toro por las guampas. Creo que los momentos son justos, cuando combina que hay toda esta crisis económica del fútbol uruguayo, donde todos están buscando mejorar, en todo este conflicto donde se está tratando de que los dineros que se generan vayan donde tienen que ir, este es el tema fundamental. No es un tema de Nacional, tendría que ser de todos los clubes. Si los clubes pueden proteger la producción de juveniles, ser los que pongan el precio al valor del pase del jugador y en el momento que quieren, las economías de los clubes van a mejorar un 500%. La sangría que ha tenido el fútbol uruguayo, por esta manera perversa en la que los clubes venden de acuerdo a los precios que les ponen los empresarios a sus jugadores, y los obligan a negociarlos, con la connivencia de los jugadores y sus familiares cuando son menores de edad, ha hecho que los clubes  no puedan salir a flote económicamente. A partir del momento que se pueda hacer algo, que sea una norma, que si quiere jugar en el club, el club va a ser su representante hasta los 18 o 21 años, date por seguro que con lo que genera Nacional, con la cantidad de jugadores buenos que potencia, ese déficit que tiene hoy en 6 o 7 años con seguridad se va a llevar a cero. Es la única manera que tiene de mejorar económicamente el club. Ser dueño de los juveniles. De esta manera que está ahora, lamentablemente Nacional pone la vidriera, les pone la camiseta, les paga a los profesionales, y recibe lo que le quieran dar los empresarios».

 

¿APOYARÁ A ALGUIEN EN LAS ELECCIONES?

«Sí, con seguridad, voy a manifestar quién me gustaría, en este momento difícil, con las opciones que hay, si soy hincha de Nacional y preocupado, lógicamente que voy a dar mi parecer».

 

¿SE ARREPIENTE DE HABER APOYADO A JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ?

«No, no, ¿por qué me voy a arrepentir? Lo que pasa es que hay que aclarar los temas. Si el club tiene un presupuesto, que para equilibrarlo y no aumentar la deuda, tiene que vender por 3 o 4 millones de dólares al año, y durante tres años no puede vender por ese dinero, es lógico que aumente la deuda. No vendió, y lo que vendió lo hizo muy mal. Se le llevan los juveniles al precio que quieren. Y después todavía, gastó en la obra. Hay que decirle a la gente, está en obras y no se vendieron jugadores. También se habla al barrer, y no se explica como se llegó a los números. Hay que decirlo muy claro. El club tiene que vender en tres años por 12 millones, y vendió por 3 o 4 millones, o sea que se endeudó en 8 millones. Ese es un cálculo más o menos. Si le sumás lo de la obra, son 10 o 12 millones más. Entonces si lo recibió en 13 o 14, se va a 26 o 27 que es lo que se habla. Cuando tirás números, hay que aclarar, saber bien de dónde viene cada número, y por qué se da la diferencia que se da. En el momento que nosotros con otros socios tuvimos que ir a revisar números, nosotros revisamos números que eran espantosos y hasta una Comisión Fiscal hizo la denuncia (época de Alarcón como Presidente), y quedamos 10 socios que fuimos al frente nomás, con números que eran grandísimos. Hay que tener cuidado, cuando se habla, por qué se llegó a esto. Aclaren los números y se aclarará. Si para la obra falta dinero, debe ser porque se hizo una obra mayor a los ingresos que habían, o falló alguna entrada. Eso está en la planificación de los que la hicieron».

 

ALEXANDER MEDINA COMO DT ACTUAL…

«Lo veo muy bien. Mesurado, muy compenetrado en lo que hace, la verdad muy bien. Yo tengo una muy buena relación con él. El otro día le di un abrazo y me dijo que lo abrace más fuerte para que lo contagie».

 

LA AUF, LA MUTUAL, EL MOMENTO QUE SE VIVE

«Es un momento de cambio. De sentarse todos, sincerarse. Hay que armar una mesa muy grande. Todos los participantes tienen que estar. Ver para dónde quieren ir, y todos juntos cuál es el camino, para ir hacia el objetivo común. Si seguimos como hasta ahora, cada uno tirando agua para su molino, terminamos con este fútbol como está. Llegó un momento de quiebre, una intervención. Que se reúnan todos los que participan, dentro de lo que son las normas nuevas que hay que firmar, porque hay que adecuarse a las normas FIFA, y entre todos, dentro de los números económicos, ver cómo le toca a cada uno lo que le tiene que tocar. De ahí se puede hacer lo mejor. Los momentos llegan por algo».

 

MENSAJE FINAL AL HINCHA

«Un abrazo grande para todos, y este sábado voy a estar en el Parque. ¡Cómo no voy a estar! Si estoy en Montevideo, voy al Parque, voy a alentar al equipo».

 

 

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