EL DESAFÍO: CONSTRUIR UNA ESTRATEGIA POLÍTICA Y MEDIÁTICA QUE PUEDA BRINDAR RESULTADOS
Luego del tendencioso arbitraje de Ostojich y García en el clásico del Apertura, donde favorecieron a Peñarol en infinidad de jugadas incluyendo un claro penal, nos llamó la atención el tenor de las declaraciones postpartido de los dirigentes de Nacional.
Con preocupación hemos observado en estos días la actitud de parte de las nuevas autoridades de nuestra institución luego de jugado el tercer clásico del año, que finalizó con empate 1 a 1 en el Gran Parque Central, correspondiente a la segunda fecha del Torneo Apertura.
Si bien desde que han asumido, se ha destacado un montón de virtudes a la nueva administración liderada por Ricardo Vairo y Flavio Perchman, desde el punto de vista deportivo donde se realizó un muy buen período de pases, tanto a nivel de los jugadores que llegaron como de los que partieron, en muchos casos dejando un buen dinero para Nacional, también desde el punto de vista de la comunicación y transparencia, algo que reclamamos hace años y esta vez lo vimos plasmado en los detalles que el club informó sobre todos los pases, en esta ocasión tenemos que realizar una crítica y expresar nuestra preocupación de cara a futuro.
Con asombro vimos, luego del muy mal arbitraje de Esteban Ostojich en cancha y de Antonio García en el VAR, una salida de los dirigentes de Nacional a la prensa, demasiado improvisada, sin coordinación ni estrategia, lo que lleva a que no se defiendan de la mejor manera los intereses del club.
Recordemos para empezar, que el hincha tricolor ya venía bastante molesto con la designación de García como árbitro VAR, quien ya nos había perjudicado en el clásico del Apertura del año anterior en el estadio de Peñarol, al no llamar al juez principal De Armas para que revise y cobre el gigantesco penal de Camilo Mayada a Gonzalo Carneiro, en un partido que terminó empatado sin goles, influyendo directamente en el resultado.
Ahora, amén de la cantidad de “chiquitas” en las que Ostojich se encargó de flechar la cancha hacia el lado aurinegro, otra vez García desestima un penal para Nacional en un clásico que termina empatado.
Fue penal. Así lo muestra claramente la imagen, en la que el jugador Rodrigo Pérez tiene el brazo abierto, en posición antinatural, y la pelota impacta en su mano cuando iba hacia el arco. En el reglamento del fútbol, que es el mismo en todo el mundo, y se puede descargar en FIFA.COM, nada dice acerca de que si la pelota golpea primero en otra parte del cuerpo y luego en la mano del mismo jugador no se deba sancionar. Así lo refrendaron luego del partido varios exárbitros como por ejemplo Julio Matto.
Fue penal. Así lo entendieron las 35.000 personas que fueron al Parque, que despidieron con una silbatina cerrada a la terna, y así lo entendió nuestro capitán Diego Polenta que fue indignado a protestarle a los jueces al finalizar el partido.
Viendo esto, la Directiva debió ponerse de acuerdo al final del encuentro, en la actitud con la que salir a la prensa. No se puede permitir este tipo de arbitrajes jugando un clásico en nuestra casa, y que no se coordine una estrategia de comunicación para el postpartido. Salieron solamente a decir cada uno lo que le parecía.
Federico Britos fue el más acertado, expresando claramente que para él fue penal y Nacional se vio perjudicado. Por otro lado estuvo Perchman contradiciendo a su compañero de Directiva y señalando que según su visión no era sancionable, algo parecido a lo que dijo el delegado Enrique Campos. En un tenor diferente, el manager Sebastián Eguren diciendo que la jugada le generaba dudas, mismo discurso que expresara luego el directivo Raúl Giuria. Todos con un mensaje diferente, lejos de una opinión uniforme que represente a la institución.
Acá no se trata de que cada uno salga y diga lo que le parece. Acá tiene que haber un mensaje uniforme, el mensaje de Nacional, que debe estar por encima de las opiniones personales, y que debe ser un mensaje que vaya a favor de los intereses del club, no contra los mismos.
La nueva administración del club deberá entender que en el fútbol uruguayo todos los detalles cuentan, y que del otro lado hay un rival que lo tiene claro y actúa en consecuencia. En el clásico de la Supercopa se le cobró un penal a Nacional luego de 36 partidos sin penales cobrados ante Peñarol, y del lado aurinegro pusieron el grito en el cielo, instalaron que habían sido perjudicados cuando el penal existió y estuvo bien cobrado. ¿Resultado? En este clásico siguiente fueron favorecidos y no se cobró un nuevo penal cuando se debió haber pitado.
De un lado hay una actitud combativa, activa, de defensa de su club ante los medios. Mientras que del otro lado no se ha trabajado hasta ahora el tema de esa manera. La historia dice que estos detalles cuentan, sino basta mirar atrás, y ver cómo operaron en Peñarol con la prensa y los árbitros en las décadas de 1960 y 1990. Hay libros y testimonios que cuentan estos hechos, no los inventamos nosotros. Como por ejemplo la gran obra de Atilio Garrido «Cuando Cambió la Historia», donde se detalla cómo construyó el tradicional rival su peso político en los ’60 con Güelfi y Cataldi, utilizando a los principales diarios de la época como «Acción» o «El Diario» para cumplir estos objetivos. Testimonios como el del ya fallecido José Carlos Domínguez quien un día, en el programa «Rumbo a la Cancha» de VTV, tuvo un ataque de sinceridad y manifestó que en los años ’90 «teníamos nueve periodistas que trabajaron para nosotros».
Es decir que el partido de los medios hay que jugarlo, pero jugarlo de manera inteligente, con estrategias y un discurso uniforme, que defienda claramente los intereses del club y lo fortalezca en todos los ámbitos.
Lo bueno de esto, lo más alentador de cara a futuro, es que desde este medio se le pudo transmitir al propio vicepresidente Perchman el desacuerdo, que no es solamente de los integrantes de Pasión Tricolor, sino de miles de bolsilludos que nos lo hacen llegar a través de mensajes, y que desde el club se nos recepcionó la inquietud, tanto al aire en la nota que le realizáramos el pasado martes, como en comunicaciones privadas que seguimos manteniendo. Hay que destacar que ahora hay una Directiva abierta a escuchar las diferentes opiniones sin ningún problema, sin ofenderse o enojarse por ello, como debería ser siempre en un club plural y popular como Nacional. Por lo tanto confiamos en que de cara al futuro esta situación pueda mejorar por el bien del Decano.
Hay que recordar las palabras de Hugo De León cuando asumió como entrenador de Nacional en enero de 1998. Les dijo a los dirigentes: “yo voy a armar el mejor equipo dentro de la cancha, pero ustedes deben garantizar que la lucha va a ser pareja afuera de la cancha”. La Directiva de aquel momento, encabezada por Dante Iocco y Oscar Magurno, estuvo a la altura, y “El Hugo” cumplió con el título de Campeón.
Si subestimamos estas cosas, que a veces no se ven, va a costar más de la cuenta cristalizar los éxitos deportivos con los que tan ilusionada quedó la hinchada luego del período de pases y las contrataciones de renombre. El año es largo, van dos fechas y hay tiempo de reaccionar. Pero hay que ponerse a trabajar desde ya, a nivel político y directriz, tanto los dirigentes del club como los representantes en la AUF, para elaborar estrategias conjuntas que lleven adelante la defensa que Nacional se merece.
De acuerdo con todo lo dicho incluso se puede decir hoy en día que hay periodistas que trabajan para los del 13 pero no estoy seguro que a todos les paguen algunos lo hacen por amor.
Fue penal acá y en Japón hasta cuando
Totalmente de acuerdo con la opinión, me pareció desacertada la opinión de «no cobrable,», con ese criterio las manos en área de Peñarol no se cobran más, defiendan al Club por favor!