Apenas terminado el partido ante Defensor Sporting, el primero de este Campeonato Apertura, nuestro técnico Alvaro Gutiérrez expresó en conferencia de prensa “Yo soy de una idea: trato siempre de mantener –cuando un equipo funciona tan bien– la alineación, se lo merecen, se lo ganaron … “, en referencia a la posibilidad de que permanecieran en el equipo titular los futbolistas que habían jugado para el siguiente partido.
En aquel momento, en el que varios “titulares” se habían quedado fuera del equipo en la primera fecha, el entrenador eligió respaldar a los que habían salvado con nota el primer examen y sus declaraciones pegaron fuerte, marcando la convicción del técnico que recién llegaba a Primera División.
Perfectamente, Alvaro puede mantenerse fiel a aquella afirmación, confiar en el equipo que ha venido jugando, teniendo muy buenos resultados hasta ahora, y no realizar cambios para el partido clásico; también podemos sumergirnos en la consideración de esa afirmación subjetiva en la que dijo “cuando un equipo funciona tan bien” y ahí si, empezar a manejar la posibilidad de que existan variantes.
En los últimos partidos, en los que Nacional no recibió goles y además fue efectivo en el arco de enfrente, no jugó “tan bien” como algunos desearíamos: sufrió por momentos y le costó dominar a su rival en el trámite del partido.
Aún sabiendo esto, yo me afiliaría a la postura de Gutiérrez. No tocaría nada en el equipo titular, saldría al campo con los mismos hombres. Y no es antojadizo, hay argumentos sólidos para defenderla.
Cuando atacamos, da la sensación de que el gol llega en cualquier momento. Al momento de Iván Alonso, se suma el trío que juega detrás aportando velocidad y desborde muchas veces, la llegada de los laterales en ocasiones y un gran administrador del balón como es Gonzalo Porras; además, el equipo tiene muy buen juego aéreo, otra herramienta importante para el domingo.
Y cuando nos toca defender, la solidez que ha logrado la sociedad Munúa – Rafa García – Polenta cuenta además con el buen aporte de los laterales, sobre todo Santiago Romero, un bastión sobre el costado derecho, y lo que el propio Porras realiza junto a Arismendi en la mitad de la cancha. Acaso la gran falencia que estamos teniendo es cederle pelota y terreno por momentos al rival, una postura que hace caminar el partido sobre la cornisa, porque así como sufrimos cuando nos manejan el balón cerca del área, en cualquier momento sacamos un contragolpe que liquida el pleito.
No veo razones para cambiar la oncena titular, y me parece oportuno repasar cuáles podrían ser las posibles variantes para reafirmarlo. Algunos han manejado las opciones de Jorge Fucile y Sebastián Taborda: el propio técnico señaló que los que no tuvieran minutos frente a Fénix no estarían en el clásico, pero además, “Fuci” viene sin jugar hace mucho tiempo, e incluír a Taborda nos llevaría a un tipo de juego que favorecería al rival.
La opción de Sebastián Fernández es digna de consideración, por su velocidad, por su capacidad de improvisación, por las ganas que tiene de jugar y porque tuvo un buen rendimiento cuando entró el sábado, pero constituye una buena posibilidad de recambio para la segunda parte –para torcer el rumbo del partido o para liquidarlo- que apareciendo desde los primeros minutos.
Otra posibilidad cierta es la de Maximiliano Calzada, un hombre al que ha recurrido permanentemente el técnico cuando (generalmente) los rivales tienen la pelota, la manejan en nuestro campo y se acercan con peligro, para entregar apoyo a Arismendi y Porras en la tarea de contención. Su ingreso, además, genera que quienes juegan por las bandas más adelante no tengan que retroceder tanto para cubrir llegada de volantes y/o laterales, y con ello estar “más frescos” en los últimos minutos para salir rápido de contragolpe.
No creo que existan otros nombres en consideración en este momento. Aunque algunos de los que están en la alineación titular deben mejorar su nivel, hoy han formado un bloque sólido, compacto, que se conoce y que apuesta al trabajo colectivo, por encima de lo individual, por eso creo que Nacional deberá confiar en el mismo equipo para empezar el clásico.
Con la misma firmeza, también creo que Gutiérrez ha demostrado ser un entrenador que estudia y planifica cada partido especialmente. Si decide alguna variante, está convencido de que será lo mejor tras analizar cada detalle, y –curiosamente- me motiva a confiar en lo que decida. Es extraño, hace mucho tiempo que no pasaba esto con un entrenador del club; me hace acordar a la época en que dirigía Hugo De León. No es una comparación que no sería oportuna, simplemente comparto una sensación, apoyada en números que son incontrastables, y aunque el equipo tiene un rendimiento que no es vistoso muchas veces es altamente efectivo, pero además es un entrenador que transmite serenidad cada vez que habla, que ha convencido a los jugadores cuál es la apuesta, y que … sobre todo … transmite confianza.
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¡Gracias por la fidelidad de siempre familia!