Nacional continúa su marcha triunfal en el Torneo Apertura tras la gran victoria conseguida ante Liverpool en el Parque Viera, ratificando que su efectividad se basa en la forma en que remata los encuentros, pues –una vez más- liquidó a los negriazules en la segunda parte.
Lo que ocurrió en el Prado el domingo ratifica ese comentario popular que se ha instalado en el ambiente respecto a que el Decano del fútbol uruguayo “regala” los primeros tiempos y recién acelera en las segundas partes, cuando realmente se hace fuerte sacando frutos del plantel que posee. Los números reflejan esta apreciación ya que Nacional gana los encuentros en los minutos finales de los partidos y por lo general se convierten en figuras quienes entran desde el banco.
Por Julio Cifuentes @juliocif14
En realidad, la diferencia entre la efectividad del equipo en un período y otro de los encuentros es abismal: en los primeros tiempos, Nacional anotó un solo tanto y recibió 2, mientras en los complementos convirtió 10 veces y apenas cayó una vez. Es más, para tomar real dimensión de esta curiosidad, basta con repasar que el equipo de Martín Lasarte nunca se fue ganando a vestuarios hasta el momento … ante Danubio se fue al descanso perdiendo, y en todos los demás encuentros igualado en el marcador. En contrapartida, todos los segundos tiempos los ganó, en todos anotó al menos una vez.
Esta afirmación revela que nuestro equipo termina mucho mejor de lo que empieza cada partida, sin embargo, no es la conclusión más importante que podemos sacar respecto a los primeros seis partidos del torneo local.
Cambio y gano
En varios encuentros, a nuestro equipo se le ha complicado poder abrir el marcador con la alineación que comenzó jugando … es más, solamente lo hizo una vez, en la que también comenzó a ganar el juego después de que el técnico realizara alguna variante. Nacional gana los partidos después de que aparecen las modificaciones que ordena Lasarte.
Tomemos en cuenta el lapso de partido que va desde el pitazo inicial hasta el momento en que llega el primer cambio. Si observamos detenidamente, tenemos que en este período, cuatro veces Nacional se mostró impotente para vencer a sus rivales y en dos ocasiones se fue perdiendo. Después del primer cambio, el Decano arrolla a sus rivales, no recibe goles y anota uno o más en el arco rival.
Hagamos un ligero repaso de lo que ha pasado en el torneo hasta ahora:
En el debut ante Juventud, el técnico mandó la primera variante en el minuto 57 (Liguera por Fernández) y 4 minutos después (61’) apareció el tanto de Kevin Ramírez, el único del juego.
En la fecha 2, Danubio se puso en ventaja a los 43’ … a los 46’ mandó al campo a Seba Rodríguez por Lozano, a los 63’ Aguirre por Fernàndez, y a os 74 y 82 aparecieron los goles de Rodrigo. Situación similar se da en la tercera fecha ante Plaza, en la que Aguirre y Liguera ingresan a los 56, “Tata” González lo hace a los 68’, y en la primera pelota que toca anota el único tanto en Colonia.
Pasamos al cuarto juego, el único en el que Nacional anota en el primer tiempo, pero Racing se pone encima de nuevo a los 52’. A los 57’ Lasarte manda a Silveira y Rodríguez a la cancha, y luego a Lozano a los 74’; en el último cuarto de hora Nacional empata y sigue de largo, precisamente con un gol llegado desde el banco.
En los dos últimos juegos, otra vez convierten los que habían ingresado: Viudez es el primer cambio tricolor a los 57’, se suman Ramírez y Fernández, hasta que “El Taba” de tiro libre le da los tres puntos a Nacional.
Y finalmente, lo de Liverpool está fresco en la memoria todavía: un largo y complicado cero a cero se estira en el tiempo, nuestro entrenador manda a Liguera y Lozano al campo, y “El Huevo” concreta su tarde soñada con tres golazos.
Por si no queda claro, después de realizar el primer cambio Nacional “mata” a sus rivales, en cuatro ocasiones definió partidos en los que dominaba el cero, y en dos casos consiguió dar vuelta partidos que estaba perdiendo ante Racing y Danubio.
Esta realidad habla del acertado criterio que ha tenido el técnico para realizar los cambios, y del excelente plantel que tiene Nacional esta temporada, en la que los que entran al equipo disimulan perfectamente las ausencias de los que no pueden estar a la orden.








