Pasión Tricolor 1010 AM
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Julio Cifuentes; El Comentarista: Este primero de junio no es un día cualquiera. Hace 10 años, exactamente, se me confió la responsabilidad de cubrir la información del Club Nacional de Football en el diario La República, hecho que –sin dudas- marcó el rumbo de mi actividad periodística. Pero no solo por eso: hace 21 años, exactamente, pisé por primera vez un estudio de radio, en CX 46 Radio América; nunca imaginé que aquel modesto pero adorado programa “Sobrepique” sería solamente el primero en una larga lista.

Jamás imaginé que mi decisión de “abandonar” los cursos de Facultad de Ciencias Económicas para poder mirar los partidos del Mundial de México en 1986 marcaría mi destino de tal forma. Había decidido lo que quería ser: periodista.

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Después de Radio América llegó la inolvidable Revista Replay con la participación de varios “pesos pesados” de la opinión deportiva, después “la 30”, donde tuve el honor de conocer y aprender junto a varios fenómenos, y luego “la 44”, la inigualable Radio Panamericana. Digo inigualable porque el espíritu de grupo, la apuesta periodística que allí hicimos y la conciencia social que existía son imposibles de repetir; ahí empezamos a llenar de música y a sumarle ritmo de murga a una transmisión deportiva, algo que hoy se ve en todos lados.

Después vinieron momentos complicados: mi actividad central se desplazó a otro ámbito, aunque sin abandonar nunca la pasión por esta profesión; anduve por varias radios, por un par de medios escritos, hasta que llegaron momentos complejos: problemas personales se dieron la mano con la decisión de gente que pregona valores superiores pero condenó mi participación en una radio “de izquierda”, sin percatarse que había pasado por otras cuyos propietarios eran blancos o colorados.

El destino me puso delante a una persona fantástica, fuera de serie, y al poco tiempo, ella se puso al lado mío, para enfrentar codo a codo lo que sea; casi a la misma vez, llegó la posibilidad de sumarme a La República. Allí llegó la mayor exposición y las principales satisfacciones, entre las que destaco especialmente las invitaciones para sumarme a La Prensa Zonal, y sobre todo, a Pasión Tricolor, un equipo muy joven que me ha devuelto la pasión por la radio y que crece a pasos agigantados con apenas unos meses de vida.

Todo este repaso, lo hago motivado solamente por un sentimiento, la gratitud.

Nada esto hubiera sido posible sin la colaboración de un montón de gente. Si he tenido múltiples satisfacciones, se lo debo a un montón de gente a la que quiero agradecer: a todos los compañeros que he tenido, desde técnicos y operadores en radio hasta diagramadores, editores y demás en los medios escritos.

A todos los colegas con quien nos ha unido una sana y respetuosa competencia tanto como una solidaria y necesaria colaboración dependiendo de las circunstancias.

A cada uno de los entrevistados en este tiempo, sean deportistas, dirigentes, profesionales, docentes, hinchas o vecinos.

A los informantes. Las benditas y respetadas fuentes.

A los lectores o escuchas, obviamente.

Y también, a algunas personas directamente. No citar algunos nombres sería una traición a mis sentimientos y no me lo puedo permitir hoy. Entre mis profesores, quiero recordar a José Luis Vera y Leonardo Trentini, docentes de prensa y radio.

Entre mis compañeros, primero a mi amigo, compañero y “compadre” Daniel Tricánico, al “perdido” Marcelo Pozzolo, Oscar Apollonia y Marcelo Perrone, con quienes formamos el quinteto inicial de aquel “Sobrepique.” Luego a Néstor Moreno Mederos, líder de aquel equipo formidable de “La 30” junto al querido y admirado “Cacho” Barizzoni, donde también estaban Luis Custodio, Heber Américo González, Julio Ribeiro, Fernando Schmidt, Fernando Tetes, Nino Bildos, Aldo Lema y Marcelito Baffa, compañeros y “profes” a la vez.

Obviamente, a toda la barra de Radio Panamericana, Orlando Muñoz, Elbio Arroqui, Alberto Castelar, Fernando Vignoli, Daniel Fernández, Manuel Pereira, Luis Carlos Cotelo, Alejandro Gabard, Stilla Cayaffa, sin olvidar al “Gaby” Ratto ni a los capitanes del barco, Carlitos Casares, “Onito” Ayala y “El Mudo” Laferranderie.

Por supuesto, a Heber Rodríguez Diago, gestor de mi llegada a La República, de donde destaco la confianza de José Olivencia y la calidez de Gabriel Mazzarovich, por supuesto a Francisco Connio, Andrés Cottini, Daniel Bianchi, Daniel Castro y Marcelo Oliva, a dos grandes, Gabriel López y Germán Krasouski, y a todos los compañeros de las demás secciones del diario, los que están y los que ya no están, muy especialmente en estos momentos.

No puedo olvidar a Graciela Charquero, una señora con todas las letras.

A José Luis Troncoso, Maximiliano Demarco y Gerardo Terra, luchadores de aquella primera experiencia en Radio Imparcial.

Y ahora, muy especialmente, a un grupo fantástico, sin techo, que ojalá se mantenga por mucho tiempo en el aire: Fernando González, Javier Moreira, Emiliano Martínez, Javier Lúgaro, Karina Panario, Paola Muiños, “El Gusi” Gabriel Santilli y Patricia Barrere.

Por supuesto, a los dueños de los medios y empresas que me han permitido trabajar, y a los avisadores que han sustentado esas posibilidades.

Y sobre todo, a cuatro personas, muy especialmente. A mi abuela, que desde la cuna –yo creo- me transmitió esta pasión por el fútbol. A mi madre, verdadera responsable de lo que he podido ser; a mi “viejo”, que me sigue desde donde esté, y a Lorena, que me ha hecho robarle al poeta una frase, por ser “mi amor, cómplice y todo.”

A todos, a todos, a todos, muchas gracias.

JULIO CIFUENTES

 

Nota: Desde PASIÓN TRICOLOR saludamos a el comentarista de nuestras transmisiones, gran profesional, pero sobre todo una gran persona.

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