Hablamos con Ulises, este gran hincha tricolor, cubano, pero que residen en Miami y forma parte de la filial tricolor en ese lugar.
SU AMISTAD CON URUGUAYOS LO HIZO CONTAGIARSE DE LA PASIÓN POR NACIONAL
«El ser humano siempre se encasilla en las cosas materiales, en las que necesita. Yo me di cuenta que Nacional puede ser el mundo entero, si yo soy cubano y tengo estos sentimientos, es porque eso encierra Nacional. Yo no he ido a una cancha de fútbol, pero es algo como una magia. Porque en realidad está el fútbol, que me encanta, y desde Cuba lo jugaba y lo entiendo perfectamente, lo juego con los chicos, tengo conocimiento. Yo soy chef de cocina acá en Miami, y conocí a ‘Tincho’, que me fue inyectando lo que podía, después de terminar el trabajo, después llega ‘Mato’, ‘Rama’ y fui conociendo a muchos uruguayos, Martín, ese uruguayo que es más duro que una piedra, el ‘Alemán’, y me fui relacionando desde el punto de vista humano, no futbolístico. Siempre me recibieron bien. Yo me di cuenta que lo de ellos no era solamente llevar las banderas tricolores, no era solamente hablar de fútbol, era un tema de relación humana. Ahí es que yo me inserto».
UNA CEREMONIA MUY PARTICULAR
«Es un orgullo para mí, soy el primer nacionalizado del mundo. Cualquier club del mundo puede tener sus ideas, pero esto nació aquí con los Bolsos de Miami, su ceremonia, con Prudencio Reyes, nuestra presentación como si fuera un bautismo, para mí es un orgullo. Me bautizaron con cerveza (risas), que grande que son».
AMOR POR LOS COLORES
«Son cosas que van bien adentro, los colores de la bandera de mi país son los mismos de Nacional, entonces el amor no estaba lejos. Esos tres colores son muy grandes. El mar es inmenso, el mar es azul. La sangre es roja. Y las nubes, donde están los ángeles, donde está Dios, donde todos queremos descansar, son de color blanco».
