Manos de «Oro» Sosa, está en el salón de la fama de los más grandes goleros que se pusieron la camiseta tricolor. Hace menos de un mes, Victor Hugo Castro, nos daba la linda noticia que la Tribuna Oeste del Estadio del Campus de Maldonado, llevaría el nombre de «Roberto Sosa» !!!
UN MERECIDO HOMENAJE: El emotivo acto llevado a cabo el pasado domingo 28, contó con la presencia del Presidente Ricardo Alarcón, quien acompañó a la familia de quien fuera su ídolo. Marta Ferreira -esposa del ídolo bolso- junto a Ricardo Alarcón, fueron los encargados de descubrir la placa que lleva el nombre del recordado arquero de Nacional. También estuvieron presentes Anibal Sosa -hijo de Roberto-, y Fernando Medina -sobrino del meta carolino- ambos acompañados por sus respectivas familias.
Cabe destacar que Alarcón había llegado pocas horas antes al país, sin embargo se hizo un tiempo para estar presente en el acontecimiento. También se destacó la presencia de Fernando Mautone, Cónsul de Nacional en Maldonado, y de Marcelo Arellano, Cónsul de Nacional en San Carlos.
Saludos
Víctor Hugo Castro
Socio de Nacional Nº 63546
UN REPASO DE SU CARRERA
Les dejamos una muy linda nota, escrita por Gabriel López, un colaborador de siempre del equipo de PASIÓN TRICOLOR, quien nos cuenta la historia de ROBERTO SOSA, MANOS DE «ORO»:
Pasó al salón de la fama de los más grandes goleros que se puso la camiseta tricolor e incluso gritó “campeón” con la blusa celeste. Ocupó de forma caballeresca el arco nacionalófilo después de ver el retiro de Aníbal Paz y se retiró unos meses antes de la llegada del brasileño Milton Correia Do Arrúa “Manga”. Desde estas líneas LA VOZ DE NACIONAL tratará de realizarle el justo homenaje haciendo una breve reseña sobre la vida deportiva de Sosa, un campeón que realmente se llevó su corona…..
La trayectoria de Aníbal Paz dentro del campo de juego defendiendo los colores del glorioso Nacional llegaba a su fin en el año 1953. Paz, de dilatada trayectoria había conseguido lauros importantes con nuestro querido elenco tricolor y con la selección de Uruguay, no solo en nuestro país, sino también a nivel de América y del Mundo. Corría el año 1954, apenas unos meses del retiro de Paz, y Roberto Sosa figuraba en la lista de posibles sucesores, conjuntamente con goleros como: Juan Carlos Leiva, Walter Taibo, Codina y Velhudo, en la mencionada campaña.
Fue así que el ansiado día para Sosa llegó, debutando en la valla de Nacional el 21 de agosto de 1954 y disputando un encuentro amistoso en el Estadio Centenario, en el cual nuestro combinado goleó a Cerro en cifras de 4-1, bajo el arbitraje de Sidney Brower.
Aquella ocasión Nacional formó con: Roberto Sosa, José Emilio Santamaría, V. Amaral, Waldemar González (Acuña), Néstor Carballo (Héctor Ramos, Carballo), Grolla, Samuel Orellano, Julio Pérez, J. Quiroga, Juan Angel Romero y Guillermo Escalada. A su vez Cerro alineó a: Flavio Pereyra Natero (Roger Bernardico), Casimiro Yankoviecz, Héctor Vilches (Oscar Vilariño), Humberto Cardozo, Carlos Carranza (Ferrari), Omar Perrone, Ariel Fernández, Miguel Argimón (Ricardo Silvera), Nelson Cancela (Balza), José Vigo (Oscar Cobas) y Hugo Villamide.
Los goles albos fueron obra de Escalada (2), Quiroga y Romero; descontando Cancela para los albicelestes.
A partir de allí comenzó un idilio con la blusa alba que finalizó el 7 de octubre de 1967 frente a Liverpool. Sosa ingresó al inicio del segundo tiempo por quien a la postre fue su sucesor en la valla, el argentino Rogelio Domínguez. El partido fue válido por el Campeonato Uruguayo, culminando 4-1 a favor de nuestro equipo.
Precisamente Domínguez había llegado esa temporada a nuestra institución y a lo largo del año se repartieron el número 1.
Volviendo a los inicios de Sosa con la casaca alba, vemos que en 1954 disputó 2 partidos; en 1955 jugó 1; en 1956 participó de 11; en 1957 tuvo 26 presencias y en 1958 se lo vio en 14 ocasiones. Hasta aquí siempre alternó y tuvo delante suyo arqueros de la talla de Juan Carlos Leiva, Walter Taibo y Calcagno; quienes mayormente ocuparon la titularidad en ese período. A partir de 1959 la cosa cambió, ya Sosa con 5 temporadas a sus espaldas ve como los partidos comienzan a tenerlo más seguido en el pórtico tricolor pero comparte el número 1 junto a Juan Carlos Cardinal. En la campaña del 59 logró vestir nuestra blusa en 32 ocasiones. En 1960 logra afianzarse y a partir de allí y hasta su retiro de la institución estuvo siempre en el tapete como principal golero de Nacional. Ese año logró colocarse 43 veces la camiseta nacionalófila.
1961 sería un año de retroceso en su carrera, pues en la llegada de Yamandú Solimando encontró un “rival” para su puesto compartiendo el arco y debiendo jugar solo 21 encuentros. Igualmente la blusa 1, a pesar de ser compartida, nunca la abandonó.
Y llegada la temporada de 1962 además de Solimando tenía otro “rival de turno”, Luis Dogliotti. Pero Sosa continuó firme y con 30 partidos vuelve a ser titular indiscutido. En 1963 con 50 cotejos y en 1964 con 57 partidos vuelve a ser el golero titular por excelencia, habiendo ganando Nacional 64 encuentros con Sosa debajo de los tres palos. La temporada de 1965 venía brava pero no largó la blusa 1, aunque esta vez la debió compartir junto a Jacinto Callero, jugando el portero carolino 28 encuentros. Ya en 1966 nuevamente vuelve a ser indiscutido y jugó 37 partidos. La última temporada de 1967 vistió 25 veces la camiseta alba, teniendo en Rogelio Domínguez a su más firme “rival”, repartiéndose ambos el arco bolsilludo. Precisamente el meta argentino ocupó el arco hasta que llegó “Manga” en 1968. En total, Roberto Sosa disputó durante 1954 y 1967 nada menos que 377 partidos; habiendo logrado 222 victorias, 80 derrotas y 75 empates. En 120 partidos pudo mantener su valla en 0 gol. Números realmente espectaculares, teniendo en cuenta el nivel que se ve hoy día en los goleros de nuestro fútbol.
Campañas: títulos, clásicos y la celeste
Si bien es cierto que Nacional no tuvo títulos en materia de Copa Libertadores entre 1960 y 1970, no podemos dejar de lado la actuación de Roberto Sosa, que vistió la casaquilla tricolor en 31 oportunidades en esta competencia. Incluso a la fecha se mantiene como el tercer golero con más partidos jugados en Nacional en la historia de la Libertadores, siendo superado por “Manga” (52 partidos) y Jorge Fernando Seré (44).
En las cuatro ediciones que estuvo presente ya sea como titular o alternando el elenco albo, Sosa nunca bajó del cuarto puesto en esta competencia. Fue vicecampeón en 1964 y 1967; tercero en 1962 y cuarto en 1966.
Entre sus títulos más importantes fue campeón Uruguayo en 1956, 1957, 1963 y 1966; también fue campeón del Torneo Competencia en 1958, 1959, 1961, 1962 y 1963; se agrega a estos títulos el Campeonato Artigas de 1961 y 1962, un evento que nucleó a clubes de todo el país y que por ese entonces fue lo más parecido a un campeonato a nivel nacional.
En lo que refiere a clásicos estuvo presente en 31 partidos ante Peñarol, siendo el golero titular en el partido con mayor diferencia entre ambas escuadras en la historia de la Libertadores. Esto ocurrió el 30 de enero de 1966 en el Estadio Centenario, cuando Nacional aplastó a Peñarol 4-0. Los goles de los bolsos fueron obra de Julio César Morales, Ruben Techera, Orlando Virgili y Domingo Pérez.
También se destaca su presencia en la gira de 1964 que Nacional desarrolló por Europa, en la que Sosa jugó 13 partidos, con 7 victorias, 3 derrotas y 3 empates. Esos juegos le depararon a nuestra institución nada menos que 6 trofeos, siendo esta una de las giras mas exitosas que se recuerda en las visitas al viejo continente.
Otro de los datos significativos surge en la temporada de 1966 en donde Nacional jugó 2 partidos frente a la Selección de Argentina. El primero finalizó con empate a 0 y el segundo fue victoria alba de 2-1. En los 2 partidos tuvo enfrente a un rival que luego dirigió técnicamente a Nacional en 1994, Eduardo Luján Manera.
Manera, fallecido hace ya unos años, fue el primer DT que vi en decirle a un golero que no “reventara” la pelota en la salida de su arco. Esto sucedió en el 94 cuando Seré era el amo y señor de la valla tricolor. Hizo que Seré saliera jugando con saques de mano hacia los costados dándole la globa a los laterales. También debemos mencionar sobre Sosa que jugó en la selección uruguaya entre 1959 y 1967. El balance final parece extraño y para la lotería, pues ganó 7 partidos, perdió 7 y empató 7. Los títulos que logró como golero titular con la celeste son: la Copa América de 1959 (4-0 a Ecuador, 3-0 a Brasil, 5-0 a Argentina y 1-1 con Paraguay), la Copa Pinto Durán (ante Chile) y la Copa Artigas (contra Paraguay). También jugó el Campeonato Mundial de 1962. Goleros de 1954 a 1967 Los goleros que Roberto Sosa tuvo como compañeros y con los que tuvo una sana rivalidad en el período comprendido entre 1954 y 1967 en Nacional fueron los siguientes: 1954: Codina, Juan Carlos Leiva, Walter Taibo y Velhudo. 1955: Juan Carlos Leiva, Walter Taibo. 1956: Juan Carlos Leiva, De Gouveia, Mussi y Walter Taibo. 1957: Calcagno, Lemos y Walter Taibo. 1958: Abraham, Calcagno y Walter Taibo. 1959: Abraham, Calcagno, Juan Carlos Cardinal, Denis, Novasco y Walter Taibo. 1960: Bourdin y Juan Carlos Cardinal. 1961: Juan Carlos Cardinal, Etchegaray y Yamandú Solimando. 1962: Juan Carlos Cardinal, Luis Dogliotti y Yamandú Solimando. 1963: Luis Dogliotti, Yamandú Solimando. 1964: Luis Dogliotti, Paz (hijo) y Yamandú Solimando. 1965: Jacinto Callero, Paz (hijo) y Yamandú Solimando. 1966: Jacinto Callero y Paz (hijo).
1967: Jacinto Callero, Darwin Dalmás, Rogelio Domínguez y Souza Duarte.
Gabriel López PASIÓN TRICOLOR
Ni por 10 millones de pesos fue a Peñarol
«Era un gato». La definición de Raúl Cal, ex presidente del club San Carlos, es tan exacta como afirmar que la forma de descolgar centros y atajar bajo los palos que distinguía a Roberto Sosa, «encuadraba» justo dentro de lo que pretendía describir aquel latiguillo que utilizaban los relatores de antes cuando un arquero se quedaba con una pelota aérea y exclamaban: «¡Salta y atrapa!»
Con ese estilo y un par de herramientas que no hace mucho llevaron a Hernán Navascués a quedar impresionado «por lo grande que eran sus manos» cuando lo conoció personalmente porque un alemán que coleccionaba guantes de arqueros famosos mandó a la sede de Nacional un par que habían sido de Sosa para que alguien lograra que los autografiara, el «meta carolino» -como le decía Heber Pinto, que también exclamaba que «¡voló como un Caravelle!» ante sus palomas tan espectaculares como eficaces- se constituyó en puntal y referente de consistentes triángulos finales que tuvieron los tricolores hace más de 40 años: Sosa, Marichal y Di Fabio; Sosa Troche y Emilio Álvarez; y Sosa, Manicera y Emilio Álvarez.
Es que no sólo se identificó con Nacional por su vigencia prolongada; fue Nacional mismo en lo más hondo de su alma: así como la noche que lo trajeron desde San Carlos durmió en la sede envuelto en una bandera tricolor, tras haberse ido un año a Chile, volver y perder todo lo que había ahorrado en una gomería con la que dos socios «lo dejaron en la calle», Cataldi lo quiso llevar a Peñarol, le ofreció 10 millones de pesos, pero él «murió» -como ahora- con la suya y se fue para sus «pagos».
fuente: elpais.com.uy