Pasión Tricolor 1010 AM

Amigos, antes que nada, es de orden disculparme por no haber estado presente en Pasión Tricolor el lunes pasado con la columna semanal. La razón es una sola y es el maravilloso peregrinaje hacia Buenos Aires siguiendo los pasos del bolso. Una experiencia única, dos días a pura fiesta que sin dudas quedará en el baúl de los recuerdos más lindos que uno se lleva. Una semana en la que Nacional ha logrado 9 puntos en los 3 partidos jugados, los dos por el torneo Clausura y el partido de Copa entre semana ante el campeón argentino. El camino en el Torneo local está muy definido, parece que los del trece están motivados con este campeonato y no piensan aflojar y nosotros debemos mantener la ventaja en la tabla anual que sin duda nos llevará de la mano a obtener el bicampeonato uruguayo. En la Copa, logramos tres puntos increíbles, mostrando nuevamente lo que somos a nivel continental dejando de lado especulaciones infundadas sobre nuestra rebeldía y humildad. Estamos en la punta de la tabla histórica de la Libertadores como el Club con más puntos logrados. Hecho que nos llena de orgullo y muestra lo gigante que es nuestra Institución para el fútbol mundial.

El equipo recuperó el buen nivel defensivo mostrado en el semestre pasado, con un fútbol muy solidario, que si bien no fue vistoso, ayudó al equipo a hacerse fuerte en la mitad de la cancha y poder destruir el juego de Banfield. Nos impusimos con la pelota quieta, que lejos de ser nuestro juego característico, fue una herramienta importante y habitualmente lo es en este tipo de partidos. Lo que se vivió en el estadio, en su entorno, en el centro de la ciudad desde la mañana fue una verdadera fiesta tricolor. La gente copó el centro de Buenos Aires y marchó en un éxodo hacia Lomas de Zamora donde se encuentra el estadio de Banfield, de las canchas más feas de la República Argentina. Desde el lugar que se le asignó a la hinchada de Nacional el partido se vio espantoso, y dio la sensación que fue igual para todo el estadio menos la tribuna oficial. Lo que dio la gente en esas dos horas fue emocionante, Nacional fue local nuevamente fuera del País, la gente no paró de alentar al equipo durante el partido y más, los argentinos se encontraron sorprendidos por la cantidad de hinchas que llevamos y por el furor con el que la gente alentó al bolso. A la salida, hubo que lamentar algunos hechos de violencia que por suerte no pasaron a mayores y nos trajimos los 3 puntos de Banfield, sin duda, el rival a vencer en esta serie.

El domingo nos enfrentamos ante un Central que precisaba imperiosamente de los puntos para zafar del descenso, pero de encontró frente a un Nacional otra vez muy sólido en defensa, con fútbol más atildado y con jugadores pasando por un muy buen nivel. El partido fue netamente tricolor y por esto es que sumamos los 3 puntos para mantener la diferencia en la anual y poner las cosas nuevamente en su lugar a falta de un mes para el clásico, partido en el cuál se va a definir quien llegará con la ventaja a las eventuales finales del Uruguayo.

Queridos bolsilludos, vamos cumpliendo pequeñas metas que nos están guiando con buen panorama ante el objetivo final, ganar todo. Sólo debemos corregir ciertas desatenciones que aún nos quedan en el fondo, algunos matices de fútbol y para el final un reprochecito para Acevedo, Eduardo: creo que es hora de darle más minutos en la Copa al “Chapita”, te lo pide la hinchada.

Hasta la semana que viene

Matías

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