Comienzo de año. Con todo lo que eso implica para la cultura uruguaya. Asados, fiestas, etc. Primer clásico del año, de pretemporada; donde gana el menos desordenado. En este caso no hubo victoria en el campo de juego para ninguno. Pero, en lo que me respecta, creo que cuando se está en rachas positivas eso llamado «suerte» se pone del lado de uno, y las cosas salen.
Â
 Nacional venció, por penales, y gracias a que posee en su plantel una serie de estratégicos jugadores. Porque tiene en el arco una seguridad, que estuvo cuando la defensa presentó alguna flaqueza (sin duda el sector más flojo del tricolor); cumplió y contuvo su penal, y redujo el arco para que se estrellara el balón en el parante en otra ocasión. Porque tenemos un capitán, que no solo es el pilar que mantiene la estructura ante cualquier embatida, cubriendo espacios en todo el terreno de juego, sino dio muestras de su clase y su categorÃa, tomando en sus manos el balón y en sus pies la responsabilidad de ejecutar el penal número 6, que sentenciarÃa el partido, y con exquisita definición, contra el palo, dejó sin asunto al golero de los del `13. Porque hay experiencia, por frescura, por eso ganó Nacional.
Â
 En un partido raro, la gran mayorÃa de los jugadores en el campo dejando en evidencia lo falto de fútbol que están, y con una Copa Libertadores a la inminente vuelta de la esquina, este equipo de Acevedo, tal cual y como está hoy (se vaticina la salida del mismo de una pieza clave como Nicolás Lodeiro, pilar de ataque tricolor a pesar del buen marcaje en el pasado ex-clásico), y eso podrÃa modificar el devenir del Bolso, caso contrario es augurioso el comienzo de año, ya que, a pesar de las marcadas imperfecciones, se vieron destellos de buen fútbol con un Nacional que intentó jugar al fútbol, tocar la pelota, y que fue suprimido a golpes por el rival.
MatÃas MartÃnez
  Â