SUPERIORIDAD ABSOLUTA, VICTORIA CLARA Y FIESTA DEL PUEBLO TRICOLOR
Nacional derrotó por 3 a 1 a Peñarol, este domingo por la tarde en el Gran Parque Central, en el 6to. partido del Torneo Clausura.
Reviví los 3 PEPINOS con el relato de Javier Moreira «El Relator Tricolor»
Compartimos el análisis final de nuestro comentarista Matías Méndez
Para el equipo de Pasión Tricolor, LUIS SUÁREZ fue la figura del encuentro, el jugador NacionalBBVA, mientras que JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ Y MATHÍAS LABORDA se llevaron el voucher para que sigan metiendo en una de las 36 habitaciones de El Edén, y FELIPE CARBALLO completó el podio siendo el jugador que aportó más herramientas para el triunfo, el #GladiatorPro.
La crónica
Hay veces que las palabras sobran. Hay veces que los que nos dedicamos a escribir sobre un partido de fútbol, vemos muy difícil hacer nuestra labor y aportar algo nuevo, diferente, que atrape al lector, y que supere lo que sucedió dentro de la cancha.
¿Qué se puede decir de lo de hoy? Una fiesta total, soñada, inolvidable. Una verdadera fiesta del pueblo tricolor. Una tarde donde los jugadores y la hinchada, la hinchada y los jugadores, cada uno puso un 101%, para que todo sea perfecto.
Este fue uno de los clásicos donde Nacional jugó mejor al fútbol en mucho tiempo. Todo partió, como en cualquier actividad llevada a cabo por seres humanos, de la actitud. En ese rubro hubo una diferencia considerable. Mucho más despierto y vivo el Decano en cada pelota dividida, en cada incidencia del juego, cortando, anticipando, siendo mucho más dinámico y profundo que el rival. Por abajo y por arriba, toda pelota en disputa era de un jugador vestido de blanco. En base a eso, comenzaban a darse en el primer tiempo algunas incidencias de gol peligrosas, pero no se concretaba.
Cuando faltaba poco para el final del primer tiempo, lo que preocupaba a los 30.000 tricolores presentes en el Parque era que esa superioridad abismal no se veía reflejada en el score. Hasta que, como tantas otras veces, una jugada de pelota quieta abrió el partido. Laborda ya venía siendo uno de los mejores, abortando la mayoría de los envíos frontales con los que Peñarol buscaba a Viatri, ganándole casi siempre por arriba. Y se consagró, metiendo un frentazo notable, luego de un salto con un doble ritmo asesino, como el mejor cabeceador del fútbol uruguayo. Aprovechó el envío bien tirado por Fagúndez, e hizo explotar las gargantas de manera tremenda, con un desahogo brutal. La tarde comenzaba a ser de fiesta.
Para el complemento, lo único que queríamos era seguir jugando con la misma concentración, atentos en todo momento, siendo conscientes de que el rival debía adelantarse e iba a dejar espacios. A los pocos minutos, llegó el momento sublime del domingo. De un lateral, sí, así como lo lee, de un lateral, surgió uno de los goles clásicos que más se recordará por años. Suárez la pidió, el «Pumita» se la dio, luego Luis la dejó pasar, la dejó picar dos veces, y ¡pum! Con la menos hábil, con la zurda, con el empeine, metió un pepinazo impresionante, impactante, que dejó boquiabiertos a todos. En la Delgado varios no lo gritaron, quedaron mudos ante tamaña exhibición de talento y jerarquía. Un instante único, supremo, fugaz, de esos que llenan el alma y el corazón de todo hincha. Valió la pena la campaña por las redes sociales, el cariño demostrado al ídolo, que volvió a su casa buscando ser feliz, y vaya si lo está siendo. Luis Suárez, más que nadie, merecía ese momento y esa alegría. Inolvidable.
Pero el partido seguía, y faltaba mucho. Unos minutos después, se dio la única distracción en defensa, y llegó el gol rival. Lo dejaron solo a Kevin Méndez, que tuvo tiempo para mirar el arco, apuntar, rematar y ponerla contra un palo. Tras cartón, la hinchada de Peñarol volvió a cometer los excesos que muchas veces ha cometido en los clásicos, donde no es la primera vez que se detiene o suspende un partido por sus actos vandálicos. Esta vez, ni siquiera tuvieron inteligencia, ya que cortaron el posible envión anímico de su equipo tras el gol del descuento.
Cuando el partido se reanudó tras unos 10 minutos, Nacional siguió siendo más, y el tercer gol fue otra prueba de la superioridad del equipo albo. Pudo llegar tras la buena triangulación entre Suárez, Fagúndez y Carballo. Pero la jugada se entreveró, y allí otra vez estuvieron más despiertos nuestros jugadores, ante una defensa rival llena de dudas, nunca la pudieron sacar, Trezza les ganó a todos en la cuereada, y luego se mandó un toque sutil hacia atrás, para que Cándido haga pasar de largo al «Vasquito» Aguirregaray y luego defina de pierna derecha, para anotar el tercero, y ahí sí, desatar el delirio total de la hinchada. Estaba casi definido el clásico y era para Nacional.
Después vinieron los cambios de Repetto, entró Ginella para reforzar el medio, luego Zabala y Castro por las bandas. Antes, había ingresado Risso por Coelho que salió sentido. Mario tuvo una gran actuación en el fondo, y se sacó las ganas de ser importante desde adentro de la cancha, más allá de todo lo bueno que aporta desde afuera. Peñarol intentó descontar pero se topó con un Rochet que cuando fue llamado a actuar lo hizo de manera notable, en esos últimos minutos, primero tapándole un mano a mano a Rivero y luego un tiro más lejando a Bentancourt.
Así se fue la tarde, con un Nacional que se sobró, que claramente fue superior, y que en este caso le dio la razón a los que tienen la postura de que en los clásicos sí hay favoritos. Esta vez, si lo había, era el Bolso, y en la cancha se notó la misma diferencia que vienen mostrando ambos equipos en lo futbolístico, y que se reflejan en la posición de cada uno en la tabla. El equipo de Repetto -gran ganador de la tarde- le sacó 17 puntos a su rival en la Tabla Anual y siete en el Clausura. El año se va pintando cada vez más en tres colores.
¡FESTEJEN TRICOLORES!
NACIONAL 3 – PEÑAROL 1
Cancha: Gran Parque Central. Árbitro: Andrés Matonte, Nicolás Tarán y Martín Soppi. VAR: Esteban Ostojich y Javier Feres.
NACIONAL: Sergio Rochet; José Luis Rodríguez, Mathías Laborda, Leonardo Coelho (69′ Mario Risso), Leandro Lozano); Alfonso Trezza (90′ Diego Zabala), Diego Rodríguez, Felipe Carballo, Camilo Cándido (90′ Alex Castro); Franco Fagúndez (83′ Francisco Ginella) y Luis Suárez. Director Técnico: Pablo Repetto.
Peñarol: Kevin Dawson; Matías Aguirregaray, Agustín Da Silveira, Yonathan Rak, Juan Manuel Ramos (71′ Facundo Bonifazi); Walter Gargano (53′ Hernán Rivero), Nicolás Milesi (59′ Sebastián Cristóforo), Brian Lozano; Ignacio Laquintana, Lucas Viatri (53′ Ruben Bentancourt) y Kevin Méndez (71′ Nicolás Rossi). Director Técnico: Leonardo Ramos.
GOLES: 45′ M. Laborda (N), 52′ L. Suárez (N), 60′ K. Méndez (P), 75′ C. Cándido (N).
Tarjetas amarillas: 11′ L. Lozano (N), 13′ Y. Rak (P), 76′ N. Rossi (P), 85′ B. Lozano (P), 96′ D. Zabala (N), 97′ A. Da Silveira (P).