Algunos trasnochados lo daban por terminado casi, dudaban sobre la posibilidad de que le siguiera aportando cosas importantes y anunciaban un final sin pena ni gloria cuando tuvo que atravesar por una lesión y cuando jugó poco el semestre pasado.
Pobres de corazón, seres de ilusión corta, no apostaban a que “El Chino” tenía más capítulos para escribir en su historia, en nuestra historia, que al final termina siendo la tuya y la mía. Recuerdo que muchas veces, en forma cómplice sabiendo del proyecto que se gestaba silenciosamente, en medio de un partido nuestro relator Javier Moreira miró hacia mi costado y anunció eso mismo, que quedaban “más capítulos por escribir.”
La Comisión Directiva de nuestro club estuvo acertada en confiar nuevamente, en extender la permanencia de Alvaro en Nacional, porque un vez más lo pudimos ver entonado, enchufado, con ganas, con deseos de ser arte y parte, por eso no extrañó que en una conversación con PASION TRICOLOR 1010AM nos dijera “Apuntamos a revertir la situación del año pasado sabiendo que para lograrlo tenemos que estar más unidos que nunca. Hemos empezado por buen camino. Esperemos seguir así. Más allá de mis treinta y ocho años, me gustaría tener veinte para jugar veinte años más en el club, esa es la realidad. Seguramente este sea el último año que juegue y quiero que sea ayudando en todo lo que pueda.”
Mientras sus compañeros viajaron a España para disputar la Copa Teresa Herrera se quedó entrenando en Montevideo y agregó que “este año sobre todo me motiva todo lo negativo del año pasado, sin lugar a dudas, fue muy negativo en lo personal y en lo grupal. Fue un año muy malo, eso te motiva para no equivocarte de nuevo.
Son las dos cosas, fundamentales para que uno tenga ganas; no voy a buscar salir campeón para retirarme, porque si no ya lo hubiera hecho el primer año que llegué, pero si es claro que lo más lindo sería retirarse con un título … por la edad, por lo que yo siento como jugador, quiero tratar de hacerlo este año. Soy muy optimista, estoy muy contento por seguir jugando sabiendo que puedo mantener cierta continuidad, y voy a poder ayudar al equipo mucho más de lo que lo hice el año pasado.”
Los meses pasaron y llegó el momento en el que el libro “Recoba, el último genio” salió a luz, acompañado de una emotiva presentación en la Feria Internacional del libro que protagonizaron Sofía Rodríguez, el escribano Guillermo Pena y Raúl Recoba, el padre del “Chino”. Ese libro, que ideé como homenaje para nuestro máximo ídolo cuando están por cumplirse los tres años del “mejor gol de su vida” –según el mismo ha definido- cuenta cerca del final (después de repasar su carrera) que “Cualquier futbolista “normal” hubiera estado satisfecho con esa trayectoria y le hubiera puesto punto final con un partido de despedida en suelo italiano…
Sin embargo, el corazón de Alvaro pedía algo más, necesitaba extender esa carrera por más tiempo, no estaba listo todavía para bajar el telón; sentía que había un vacío, que no podía despedirse todavía, que había lugar para un desafío más.
El alma generosa de aquel muchacho buscaba un regalo final para sus afectos más cercanos, para algunos amigos, para su familia, pero sobre todo, necesitaba hacérselo a sí mismo. Necesitaba volver a su país y a Nacional, en busca de aplausos, en busca de reconocimiento, de eso tan especial que llaman “gloria”; era un desafío enorme, arriesgaba mucho, pero estaba convencido de que podía hacerlo. Y lo hizo.
En poco tiempo, se transformó en el gran ídolo de Nacional de los últimos tiempos, simplemente en el último genio.”
Ayer volvió a emocionarnos hasta el delirio, ayer volvió a dejar más de un millón y medio de gargantas destrozadas, ayer fue decisivo una vez más, y hoy, horas después de una nueva proeza, nos invade una sensación muy especial respecto a su figura. Todos sabíamos dónde iba esa pelota, ahí fue, y sin embargo fue imposible para el arquero llegar a rozarla. Fue tan perfecta la ejecución, que no había forma de sacarla.
Y hoy me pregunto si aquel de noviembre de 2011 seguirá siendo el mejor de su carrera para su gusto. No se si no lo cambiará por este de 2014. Lo que si queda claro es que siguen quedando cosas por escribir, que se merece un capítulo especial este último tanto, y que este “genio” del fútbol nos sigue llenando de alegría.
Una vez más, simplemente, gracias “Chino” … gracias por tanto, gracias por ser “EL ULTIMO GENIO”.