«ESPEREMOS QUE EL MOMENTO DE NACIONAL CAMBIE PRONTO»
Tuvimos el placer de tener como invitado a Carlos Camejo, en nuestro programa especial por los 11 años de #LaRadioDelHincha. El temperamental número «5» que se ganó el cariño de la gente por su entrega y sus grandes actuaciones en los clásicos, fue cuatro veces campeón Uruguayo con Nacional, en 1998, 2000, 2001 y 2002.
ARRANCÓ HACIENDO UNA BROMA
«Yo siempre lo dije, siempre agradecido a la gente por las invitaciones que tengo. Agradezco en este momento a Pasión Tricolor por los 11 años que están cumpliendo. Espero que sean unos cuantos. Menos mal que no empezaron antes, sino me hubieran dado mucho palo (risas). Esperemos que el momento de Nacional cambie enseguida. Tenemos que estar más firmes que nunca».
LOS MEJORES MOMENTOS EN NACIONAL
«Me han pasado pila de cosas, pero una de las más grandes fue tener como técnico a Hugo De León. Fue un referente de Nacional, una persona que ganó todo. Otra de las cosas más grandes que me pasó fue que el Hugo me dé el brazalete de capitán. Como siempre lo dije, llevar el brazalete en un cuadro grande no es para cualquiera. Uno sabe lo que pasó y lo que vivió, y hoy que uno está fuera de la cancha, fue muy importante que el brazalete me lo haya dado él. Explicarlo es difícil, me sorprendió su decisión, no estaba en mis planes, lo único que quería era ponerme la camiseta de Nacional y defenderla. Llegar a Nacional y haber sido capitán fue algo que me marcó para toda la vida. Siempre estoy agradecido a la gente, porque a pesar de los años siempre se acuerdan de Camejo».
EL HUGO LO VIO JUGANDO EN VILLA ESPAÑOLA CONTRA BASÁÑEZ, LE GUSTÓ Y LO TRAJO AL DECANO
«Un día en el entrenamiento Hugo me dijo de ese partido. Había sido como seis meses antes de que Hugo sea el técnico de Nacional. Me sorprendió, y hoy por hoy me acuerdo, cómo pasó tanto tiempo, se acordó de mí y me fue a buscar».
LAS ENSEÑANZAS DEL GRAN HUGO PARA TODO AQUEL PLANTEL DEL ’98 AL 2001
«A mí me dejó mucho, yo siempre lo digo, cuando me dan la oportunidad, el nombre más grande que pongo es el de Hugo. Más allá de lo que ganó, a mí lo que me dejó fue la imagen de Hugo De León, el temperamento para dirigir. Era una persona que yo no le tenía miedo, pero le tenía un respeto impresionante. Creo que eso es el técnico que hoy por hoy precisa y siempre va a precisar Nacional, una persona que tenga temperamento. Ese es mi pensamiento como jugador que tuvo la posibilidad de estar en Nacional, y como hincha».
