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“Las gracias a la hinchada por el apoyo”

Alvaro Ponce, entrenador de Nacional en basketball, realizó sus descargos tras la derrota en las finales de la Liga Uruguaya a manos de Hebraica Macabi.

LA ILUSIÓN ESTABA, PERO NO SE PUDO

«Una vez que estás en el baile, querés bailar. Cuando agarro el equipo hace seis meses, la dirigencia me planteó claros los objetivos para los que se había armado la institución. Se había perdido el primer clásico y había que ganar el otro. Ganar un clásico siempre es un objetivo en Nacional, como corresponde. Y después, tratar de terminar entre los cinco primeros que era lo que te aseguraba no pelear el descenso. Esos eran los objetivos. Si después de entrar entre los cinco nos llegamos a meter en semifinales sería la frutilla en la torta. Eso fue, con bastante raciocinio, lo que se había planteado, en función de los presupuestos y lo que otros equipos habían invertido, mucho más que Nacional: Biguá y Macabi que eran los favoritos para la final, y también Aguada y Peñarol. Se logra lo primero que era ganar el clásico, después terminamos quintos que era el segundo objetivo, le ganamos bien a Defensor Sporting y nos enfrentamos a Biguá que era el favorito para retener el tricampeonato. Dijimos ‘el objetivo se logró, los partidos hay que jugarlos’. Se le gana a Biguá a ley de juego, fue el batacazo de la Liga. Después te ponés 2-1 en las finales, y obviamente había entusiasmo, estás a dos partidos del título. También hay que reconocer que el rival tiene su mérito, por algo era uno de los favoritos. Lamentablemente el cambio de escenario no nos favoreció, porque los porcentajes no los repetimos ni cerca. La cercanía hacia el objetivo final tampoco influye».

EL LLAMATIVO BAJO NIVEL DE LOS EXTRANJEROS

«Ayer, lamentablemente, ocurrió algo que vimos todos: los dos extranjeros con mayor responsabilidad en el equipo fallaron estrepitosamente. En algunos casos, Johnson parecía que se olvidó de jugar al basketball, de una semana a la otra. Un jugador profesional que erra seis libres consecutivos, que le pasen por al lado y no se despegue del piso. No había muchas ganas, la verdad. No nos sobra nada, y ellos, en cambio, los extranjeros les rindieron en muy buena medida, y Parodi hizo lo que todos esperan de él, por ser el mejor jugador nacional de la Liga».

LOS LOGROS DEL AÑO: SE PUDO VOLVER A JUGAR EN EL PARQUE

«No hay que quedarse con el árbol, sino mirar el bosque. Había otro objetivo, que no era deportivo sino institucional y que logró la Directiva: poder debutar por fin en cancha propia. Eso es un legado que le va a quedar a la institución para siempre. Jugamos tres partidos nomás ahí, pero fue una fiesta, lleno de chiquilines y familias, se logró la clasificación a semifinales. Pocas veces vi eso, es distinta la atmósfera, todo más cerca, fue precioso. La verdad es un año redondo. Ahora estamos con la bronca, pero si lo ves en perspectiva, fue un año impensado por lo bueno».

UNA FINAL QUE ESTABA AL ALCANCE, AUNQUE EL RIVAL ERA SUPERIOR

«Este último partido y el anterior los arrancamos mejor, no fue que no tuvimos chances. Por ejemplo la final del año pasado fue prácticamente una barrida de Biguá a Peñarol, fue 4-1 y los últimos partidos fueron sin gracia ninguna, y otros años también ha pasado, que se da mucha superioridad. Este año no, entonces, hablando en criollo, te la creés, ves que se puede. Pero bueno, termina siendo justo el resultado».

¿QUÉ NOS FALTA PARA PODER SER CAMPEONES?

«Solo dinero no, porque hay equipos que invirtieron mucho más que Nacional y no llegaron ni a los mejores cuatro. Por supuesto que se precisa dinero, más en el basket que es un deporte con bastante lógica. Entre los cuatro mayores presupuestos tenés que estar, y no muy lejos de los dos primeros. Pero segundo, y no menos importante, está la palabra esa que a veces queda denostada: es un proceso de trabajo. La magia no existe. Tenés que tener tiempo de trabajo. Nacional está trabajando en Formativas pero va a demorar al menos tres años en dar frutos. Hay una camada muy buena de chiquilines en selecciones juveniles, pero andan en los 16 años. ‘Pato’ Prieto fue una ficha más mayor, y tiene 20 años. Promedió 20 minutos en las finales. Eso es tremendo logro de la institución. El año que viene, capaz que algún chico más tiene minutos de calidad como los tuvo él. También todos los equipos que han ganado en los últimos 15 años, todos tienen algún jugador de selección o clase A. En su momento Mazzarino, Fitipaldo, García Morales, Vidal o ahora Parodi. Eso también. Pero tal vez eso no esté dentro de las posibilidades. Entonces hay que apostar al trabajo de equipo. Los extranjeros también son muy importantes, más habiendo tres. A la vista está. Con los extranjeros en un nivel parejo le ganamos a Biguá y tuvimos contra las cuerdas a Macabi. Cuando empezaron a bajar de nivel, no alcanzó».

¿POR QUÉ LOS EXTRANJEROS DEFRAUDARON EN ESTAS FINALES?

«Yo pienso que es una sumatoria de factores, nunca es una cosa sola. Fallar no se falló, porque lo que rindieron en cuartos de final y semifinales fue tremendo. En cuartos, lo de Frazier fue tremendo. En semifinales, lo de Johnson fue espectacular. En las finales, se cayeron los dos. Esa es la realidad, de acuerdo a lo que venían rindiendo. Eran dos jugadores nuevos en el medio. Yo me acuerdo de Michael Hicks, que salió campeón en Macabi, jugador de trayectoria en Europa, vino acá con 37 años pero impecable físicamente. En el primer año llegó a la final y en un partido hizo cero puntos. Se lo cuestionó, pero al siguiente año fue campeón y figura. Uno a veces piensa que los tipos son robots, pero son seres humanos y tienen procesos de adaptación diferentes. En muchos casos tenés que ligar. Cuando tenés tiempo y dinero, el margen de error se achica. Pero si te pasa como nos pasó en diciembre, que estábamos apretados porque teníamos que cortar a los que estaban, a veces a la desesperada tu margen de error se incremente. Pero como va a ser ahora, que los vamos a elegir con tiempo y estudiar bien, podés errarle, pero se baja bastante la chance. Tenés más tiempo para averiguar, para pedir referencias a técnicos de otros países. Yo he descartado decenas de extranjeros, porque te preocupás de hablar con el técnico de España que lo tuvo y te dice: ‘no, este no entrena bien, le gusta salir’, y ahí vas minimizando. Pero si estás a la apurada y jugás el clásico en cuatro días, pensás: ‘¿qué hay en la vuelta?’, y traés lo que haya».

EL PUNTO MÁS ALTO: EL NIVEL DE LOS URUGUAYOS

«El equipo de nacionales fue tremendo la comunión que tenían. Si ellos no están compenetrados, no hay extranjero que te salve. El espíritu de los nacionales siempre estuvo bancando. Por eso es muy importante el proceso. No es juntar nombres y ponerlos en la licuadora. Un buen equipo, tal vez sin tantas figuras, si está bien trabajado, unido, se genera una química importante, y eso muchas veces suple otras cosas. Nos pasó con Bigúa, que tenía dos jugadores de la selección como Vidal y Rojas, el mejor extranjero como Sims, trabajo de tres años con el equipo junto y dos años con el mismo entrenador, y se le ganó. Es muy importante el tiempo de trabajo, la tranquilidad, todo eso influye para que el rendimiento sea mejor».

CON TODO A LA PRÓXIMA LIGA

«La vara quedó muy alta y es lógico. Nacional es un cuadro grande. El tema es ver si se pueden recaudar o juntar los fondos para responder a esa grandeza de la institución. A veces es fácil decirlo pero es difícil conseguirlo. Todo el mundo quiere armar y traer a los mejores, pero gratis no es. Todo cuesta mucho. Si queremos repetir, hay equipos que se están armando fuertísimo porque quedaron con la sangre en el ojo. Es normal».

¿LA LLEGADA DE GRANGER ES POSIBLE?

«Yo creo que sí, está a nivel de Parodi, Fitipaldo, Véscovi, son jugadores que están a otro nivel. Parodi con 28 años estaba en buen nivel y decidió venir. Surgió esta posibilidad de Granger, pero está abierta a varios equipos de la Liga. Me consta que algunos ya le ofrecieron directamente. Nacional todavía ni cerca de eso, por un tema de que recién terminamos ayer. Creo que hay ventajas comparativas que tiene Nacional y también Hebraica: vamos a jugar Basketball Champions League, que es el campeonato más importante continental que tiene el basket. Eso es un logro que se ganó el equipo en cancha. Es un atractivo para traer jugadores de nivel, para jugar esa liga tan importante, le atrae a cualquiera, a Granger y a extranjeros de nivel».

LA CLAVE ES CONTINUAR UN PROCESO

«Es por ahí, literalmente. Es darse cuenta, que no es en un año. Hay instituciones que un año han hecho un desembolso gigantesco y no llegan a nada. Es cuestión de ir creciendo, que las Formativas empiecen a darle jugadores al plantel principal. Nacional en ese sentido está muy bien encaminado, en las últimas seis Ligas, en cinco estuvo en semifinales, y en dos llegó a la final. Se dio un batacazo ante un favorito. Es un proceso, Nacional está súper encaminado. Es mantener la constancia y la coherencia, así las cosas se logran».

AGRADECIMIENTO FINAL A LA HINCHADA

«Es espectacular, la verdad a mí como entrenador me encanta, no me gusta jugar en un teatro, me encanta que la gente esté al lado. Ayer faltando 30 segundos, con el partido decidido, que se levante todo el Antel Arena a aplaudir, me emocionó. Estaba mi hija de seis años, canta las canciones de la hinchada. Yo estoy fascinado, loco de la vida. Cada partido es una fiesta. La gente, más allá de ser incondicional de los colores, creo que también valoró la entrega del equipo en todo el año. Fue tal el corazón que mostró el equipo que creo que la gente respondió a eso, agradeciendo de esa manera. Capaz que en otra situación o en otros equipos, no se respondía de esa manera. Que se paren todos a cantar y apoyar a Nacional, solo palabras de agradecimiento por esa devolución que ellos tuvieron al trabajo del equipo».

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