Compartimos una nota publicada en el diario el Observador: Los tricolores negociaron a 12 jugadores de las generaciones 1987 a 1990 y recibieron US$ 22.150.000, que les permite seguir agrandando el Parque y que les brinda tranquilidad.
Suena el teléfono en Nacional y del otro lado le anuncian que Atlético de Madrid está dispuesto a llevarse a Sebastián Coates por US$ 1,5 millones más de los que paga Liverpool, explica a El Observador el presidente Ricardo Alarcón. A esa altura –ayer al mediodía– la transferencia del zaguero está demasiado adelantada y el deseo del jugador por desembarcar en el fútbol inglés adquiere una importancia determinante para desviar el rumbo del joven defensa, después de tantas conversaciones. La salida del rubio zaguero se concretará por US$ 12 millones, de los cuales Nacional recibirá US$ 6,5 millones libres. Por esa razón Coates viaja hoy, para adelantar la revisación médica, mientras los dirigentes uruguayos y los de Liverpool terminan de cerrar los detalles del negocio. El escenario de vender jugadores, con los contratiempos naturales que plantea esa aventura en el fútbol moderno, se transformó en una buena gimnasia para los tricolores. Y los números les brindan un gran respaldo: Nacional recibió por los jugadores de las generaciones 1987 a 1990 que pasaron por el semillero del club US$ 22.150.000.
Esta cifra que a primera vista impacta en el fútbol uruguayo, porque ese monto alcanzaría para cubrir casi cuatro temporadas de Nacional sin tener que generar un dólar, son el resultado del trabajo de largo aliento y en silencio que inició hace ya más de una década el gerente deportivo Daniel Enríquez, cuando en ese momento solo estaba al frente de la estructura de formativas.
El secreto es el trabajo a largo plazo y la paciencia para negociar en el momento en el que el jugador está maduro, ese que no abunda en el mercado local debido a que la necesidad de vender obliga a los dirigentes a desprenderse de las principales promesas. Eso también le sucedió a Nacional que ahora está en condiciones de negociar desde un lugar muy diferente, a pesar de la experiencia que está viviendo con el juvenil Nicolás López.
Por algo cuando en 2006 vendió a Luis Suárez a Groningen de Holanda tuvo que aceptar el techo que los empresarios, que eran los que negociaban, le ponían a los pases de jugadores uruguayos en ese momento: US$ 900 mil. Los tricolores vendieron solo el 90% de la ficha y dejaron 10% a cuenta de una futura transferencia, por el que tiempo después –cuando pasó a Ayax– recibieron más dinero que cuando se desprendieron del jugador.
Suárez, que llegó a Nacional cuando tenía 12 años y que realizó todo el proceso de juveniles, fue el primero de la generación 1987 que de los tricolores saltó al exterior y dejó al club más de US$ 2.000.000 en dos etapas, como fue señalado. De ese mismo equipo, emigraron tiempo después Bruno Fornaroli, Pablo Caballero y Mathías Cardacio a Italia y Martín Cauteruccio. Este último jugador recién fue negociado en el último período de pases. Los tricolores vendieron el 50% de su ficha a Quilmes de Argentina.
La generación 1988 le brindó al club la transferencia de Diego Arismendi, que recaló en el Stoke City inglés, y US$ 1,6 millones para comenzar a mejorar los ingresos por las transferencias.
En esa negociación participó el presidente Alarcón, que comenzó a subir el precio de los pases porque lentamente empezó a imponer una nueva estrategia de venta, de club a club. Fue así que con Nicolás Lodeiro, transferido a Ajax de Holanda –Luis Suárez, capitán de ese equipo, fue determinante para que se concretara el pase, como por estos días el de Coates–, los tricolores pasaron a liderar el ranking de mejores transferencias de futbolistas uruguayos. El club holandés pagó US$ 5 millones a Nacional, 20% de los cuales fueron para el jugador y 10% para el representante del futbolista.
A esa altura ya habían sido comercializados a empresarios uruguayos y argentinos el 25% de las fichas de cuatro jugadores: Mauricio Pereyra, Santiago García, Facundo Píriz y Maximiliano Calzada por US$ 1,5 millones para los tricolores. Y un grupo empresarial brasileño pagó US$ 180 mil por el 30% de la ficha de Sebastián Coates (ahora recibe US$ 3 millones), cuando el juvenil aún no había debutado en Primera división.
Lejos de tener en sus manos los mejores acuerdos, los dirigentes cedieron parte de las fichas de algunas de sus promesas por la necesidad de cubrir presupuestos y los compromisos generados.
Esa generación 1990, la del Morro García, Coates, Pereyra, Píriz y Calzada, es la que más réditos brindó hasta ahora, porque Coates, que pasará a liderar el ranking de pases, será vendido en las próximas horas en un precio récord y porque el goleador Santiago García se fue a Brasil por un pago en efectivo de US$ 1,8 millones y cuatro cuotas semestrales, las dos primeras de US$ 500.000 y las últimas dos de US$ 400.000.
Además, Nacional todavía tiene en su poder para negociar en las mejores condiciones el 75% de Píriz y Calzada, que actualmente siguen jugando en el plantel principal que dirige Marcelo Gallardo.
¿Qué hace Nacional con los US$ 22.150.000 que recibe? Es necesario precisar que ese dinero aún no ingresó en su totalidad a la cuenta del club, debido a que el pago no se realiza al contado sino que los compradores abonan una parte en el momento de la transferencia y el resto en cuotas semestrales o anuales. Por tanto hasta ahora, informaron fuentes del club, a Nacional ingresó menos del 40% de ese total. Pero esta situación le permite a los presididos por Alarcón manejar al club sin la urgencia de tener que vender jugadores a cualquier precio para poder generar recursos que le permitan llegar a fin de mes. Además, este escenario, les otorga la posibilidad de seguir avanzando con las obras del Parque Central, que se financian con la venta de palcos y aportes de la institución, mejorar la infraestructura en Los Céspedes, mantener la casa de juveniles y pagar los estudios en una institución privada a los jugadores del interior. También seguir bajando el pasivo exigible y cubrir el alto presupuesto anual que en la actualidad ronda los US$ 6 millones, y que se puede incrementar con la participación del equipo de básquetbol en el torneo de Primera división, lo que le significará una inversión de unos US$ 400 mil en la temporada.
En la actualidad en Nacional cobran todos los jugadores de Primera división a Séptima. En el caso de las últimas categorías reciben un viático de $ 1.500 cada jugador.
Fuentes del club explicaron que el club está al día con todos sus funcionarios, y, con nostalgia, los entrenadores que estuvieron hace menos de una década en el club recuerdan que en diferentes etapas estuvieron hasta 16 meses sin cobrar un sueldo.
“En los últimos cinco años el club dio utilidades”, expresó con orgullo el presidente de Nacional que llegó al club en 2007. “Somos campeones del Uruguayo, vamos a jugar las dos próximas copas internacionales, somos campeones de básquetbol, de vóleibol, de fútbol femenino y en esta última disciplina vamos a jugar la Copa Libertadores, vamos a seguir con las obras en el Parque Central y apostando al semillero de juveniles”, agrega el presidente, mientras disfruta cómo se incrementa la cuenta en el banco.
Frase
«La gente está en lista de espera porque quiere comprar los palcos que pondremos a la venta en 2
012 con la próxima ampliación del Parque Central. No saben cuánto van a costar, porque aún no se prespuestó la obra, pero ya están esperando” Ricardo Alarcón, Presidente de Nacional