Eliseo Álvarez, reconocido futbolista tricolor en los 60´, fue homenajeado el jueves en la Sede Social a impulso de la Comisión de Historia y Estadística del Club Nacional de Football. El acto contó con el auspicio de las autoridades del Museo del Fútbol-dijo presente el Dr. Mario Romano, gerente de CAFO-, que recibieron el material exhibido para que tenga allí un lugar permanente de exposición.
También participaron el Dr. Hernán Navascués (Secretario Técnico de la institución), el directivo José López Rubio, el Cr. Juan José Melos (uno de los impulsores de este homenaje), José Urruzmendi (compañero y amigo de Eliseo), Julio Toyos (reconocido periodista que también conoció muy de cerca al protagonista) y el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol.
Por supuesto que también estuvieron familiares y excompañeros del homenajeado, tanto de Nacional como de la selección uruguaya.
Todo se desarrolló en un clima de camaradería y profunda emoción. Es que se trataba de un hombre que defendió con hidalguía las camisetas del Decano y de la selección. Las sentidas palabras de Toyos y Urruzmendi hicieron emocionar a todo el auditorio hasta las lágrimas, lo que habló de un verdadero homenaje de un ser humano que, a decir de Toyos, unió “gloria y heroicidad”.
*Agradecimiento especial a Umbro
La gran historia de Eliseo
El 6 de junio de 1962 se produjo un hecho único en la historia de los Campeonatos del Mundo.
Durante la disputa del partido Uruguay-Unión Soviética, en la ciudad de Arica, Chile, el jugador uruguayo Eliseo Álvarez sufrió la fractura de tibia y peroné, negándose a retirarse de la cancha. En el intervalo, se le colocó un vendaje especial y disputó todo el segundo tiempo en una pierna, en la zona ofensiva.
Sobre el final del encuentro y con el score igualado a uno, se arrojó sobre la línea de gol adversaria y por escasos centímetros no pudo alcanzar el balón con su pierna lesionada, lo que hubiera significado para Uruguay la clasificación a la siguiente ronda. Había nacido en Salto en 1940 y pasó del Club Ferrocarril a las divisiones menores de Nacional, club del cual era fervoroso partidario, en 1957.
Luego de su grave lesión estuvo cuatro meses para reaparecer y constatarse que no había sanado adecuadamente. Hubo que operarlo a los dos meses y estuvo otros cuatro para reintegrarse al fútbol activo.
Fue Campeón Uruguayo en 1963 y Vice-Campeón de la Copa Libertadores de 1964.También fue Mundialista en Londres 1966. Se recuerdan dos clásicos (1964 y 1965) en los que permaneció en la cancha pese a sufrir sendos desgarros.
Luego de jugar en Nacional pasó por Rampla Juniors, Argentina, Colombia y cerró su carrera en México.
Falleció en Montevideo en 1997.