“Defensor llega como uno de los 4 mejores de América, Nacional llega con una lista larga de problemas”; así se palpitaba el partido del domingo por gran parte del periodismo de nuestro país.
Hagamos el ejercicio de imaginarnos que se estaría diciendo en esta semana si el resultado del domingo hubiese sido a la inversa, qué Nacional es un desastre, que los problemas con Arismendi y Gonzáles le afectó al plantel, que los jugadores que no pudieron estar a la orden son mucho mejores que los que jugaron, que la institución está en caos y demuestra graves errores administrativos y de gestión; y así una lista grande de temas que generarían por estos días un ambiente muy inestable en Los Céspedes.
Hoy nadie habla del problema de Arismendi y Nacho González, hoy nadie habla de cero goles en la Teresa Herrera, todos son elogios que funcionan como velo para dejar de lado, al menos por esta semana, las críticas. El resultado es todo, los sabemos, cuando no se logra se saca la lista de críticas y pareciera que todo está mal, que no hubiera cosas buenas, que todo fuera negro y sin lugar a grises.
Cuando se gana es al revés, se resalta solamente lo bueno y se guarda en un cajón la lista de aquello que teníamos preparado por si perdíamos. Siento que así funciona la mayoría de la prensa en nuestro país y gran parte de los hinchas, como si el resultado fuera un gatillo que, según cual fuese el mismo, dispara críticas o elogios en una superficie conceptual muchas veces carente de fundamentos. Las generalizaciones no son buenas, por lo que dentro de lo que denomino prensa excluyo apenas algunas excepciones que logran romper la pereza intelectual y forman un análisis independiente del resultado con la capacidad de encontrar las causas justas del porque se determina el mismo.
Nacional ganó muy bien el domingo. El alto nivel de la gran mayoría de los jugadores, la efectividad en ataque, sumado a un juego colectivo compacto, con un nivel de concentración y compromiso que desde hace ya un tiempo no veíamos, son principalmente las explicaciones de este resultado. A mi entender, el rendimiento más bajo lo presentó Barcia, que desde que comenzó esta temporada no ha logrado repetir el nivel que nos brindó en los últimos partidos del Clausura. El sector más desprolijo fue sin duda la zona de zagueros, a Rafa García lo note muy enchufado y con la energía de siempre a la hora de ir a buscar a los rivales pero con la pelota en los pies no supo que hacer y muchas veces cayó en el pelotazo que en su momento le criticamos a Andrés Scotti. De Los Santos es un jugador impredecible en su rendimiento, puede hacer un cierre perfecto y en la próxima jugada cometer un error técnico grave, me pasa que a la hora de evaluar su actuación no sé si quedarme con el del cierre o el de la macana.
Nos costaron las pelotas rastreras en el área, si bien se logró frenar los ataques por el medio, las pelotas cruzadas que venían desde la banda en más de una ocasión no supimos resolverlas. Hacía años que no veía en Nacional un partido tan redondo y parejo de los laterales, Fucile fue el Fuci de la selección y si Juan Manuel Díaz logra la regularidad a este nivel se le va a ser muy difícil a Espino retomar la titularidad. En el medio resaltó el gran trabajo de Porras, poniendo eso que le pedimos al 5 de Nacional y adosándolo además con un buen pie y criterio para jugar. Muy correcto lo del “Colo” Romero, buena recuperación y prolijo con la pelota. Alonso, Seba Fernández y Pereiro estuvieron en un muy alto nivel, marcaron la diferencia en el partido y fueron grandes responsables de la alegría con la que nos fuimos todos del Parque. Mención aparte para Alvaro Gutiérrez, planteó el partido con inteligencia, no se desesperó por ir a buscar a Defensor, le marcó muy bien las bandas y logró compactar el equipo, nunca vimos a Nacional partido dentro de la cancha, salvo pocos minutos en el primer tiempo le quitamos los espacios para que ellos formen los circuitos que muy bien utilizan con buena dinámica y efectividad.
Celebro por sobre todas las cosas, que cortamos una racha importante de no poder ganarle a rivales directos por la lucha del Torneo, nos pasó durante toda la temporada pasada y eso obedece, entre otras cosas, a un cambio de actitud en los jugadores que estaban, sumado a la inyección de motivación y ganas de los nuevos que llegaron. Sin duda brinda otra tranquilidad de cara al futuro.
El sábado será otra historia, me imagino un partido donde Nacional deberá jugar y plantear el partido más cerca del área rival. Para lograrlo debemos abrir muy bien la cancha, repetir las muy buenas subidas de los laterales y tener la presencia asesina que tuvimos de Iván en el área. Tendremos que estar atentos en la mitad del campo a los contragolpes rápidos y más que nunca ser ágiles atrás para llegar a cortar. En mi opinión no toco el equipo pero quedo muy atento al rendimiento de Barcia y De Los Santos de cara a la tercera fecha.
Quiero dejar mis felicitaciones a la organización del colectivo 7411 que ha logrado ampliar notoriamente la ventaja que le llevamos a cualquier hinchada en este país haciendo de la fiesta en la tribuna un espectáculo aparte del cual todos debemos estar orgullosos y apoyar para que sigan embelleciendo nuestra hinchada como nadie lo hace en este país.
Somos hijos del resultado, pero a la hora de analizar no debemos olvidar las cosas que no se están haciendo bien cuando se gana, como tampoco dramatizar absolutamente todo cuando se pierde.
Menchi