«A MI ME SURGÍA LA NECESIDAD DE VENIR A NACIONAL»
A 17 años del «Clásico del susto», hablamos con el «Loco» Sebastián Abreu, quien repasó junto a nosotros ese clásico, y muchos momentos de su extensa y ganadora trayectoria en Nacional.
EL CLÁSICO «DEL SUSTO» Y TODO EL AMBIENTE QUE LO RODEÓ
«Ese torneo, y particularmente ese clásico, fue muy especial, porque lo tomé de manera personal. Todo se inicia allá por el 2 de abril, en el cual presentan la carta queriendo pedir mi inhabilitación. Ahí empiezan unos temas políticos, judiciales, abogados para un lado y para otro. A todo eso seguíamos jugando el campeonato, me suspenden provisoriamente, y no juego contra Central Español en cancha de Bella Vista, que hace un gol Munúa de penal, un día de lluvia y viento. Seguíamos ganando. Nos tocó jugar mucho en canchas chicas en ese Torneo Apertura del 2003. Después, en base a la gran movida y los conocimientos de ese hermoso ratón de biblioteca que tenemos en Nacional que es Navascués, ahí me pasó información para poder defenderme, en el sentido de que me suspendían definitivamente o no, pero provisoriamente no podían. Da la casualidad de que me habilitan justo el lunes previo al clásico. Así que con todo el morbo que se había generado, con lo que ya de por sí significa un clásico, que era definitorio porque teníamos chances de ganar el título del Apertura, y Peñarol tenía que ganar para poder prenderse, sino quedaba sin posibilidades. Fue una semana muy mediática, tiroteos de todos lados. Uno trató, por recomendación de Daniel Carreño, de dedicarse a entrenar, a no entrar en las provocaciones, que lo político lo manejen los dirigentes del club, y nosotros dedicarnos a lo táctico y futbolístico. Claramente uno iba a vivir el partido con un deseo personal de querer ganar, porque el hecho de ganar significaba que el esfuerzo que se había hecho iba a tener beneficio. En caso de perder, iban a ser las gastadas al 200% de lo que normalmente es. Entramos a la cancha, y la verdad que en líneas generales fue un partido casi perfecto. Dominamos los 90 minutos y rápidamente convertimos el gol, con ese centro de pelota quieta del ‘Negro’ Méndez y el cabezazo abajo a Berbia, cruzado. Después vino una contra, de un córner para Peñarol sale un contraataque, donde traslado la pelota casi toda la cancha, Horacio [Peralta] me pasa por delante, yo se la paso y él hace una genialidad. Y después ya en el segundo tiempo, viene esa jugada donde el ‘Gaby’ [Alvez] le roba la pelota al zaguero de Peñarol, tira el centro atrás y de borde interno la meto arriba. Después faltando cinco minutos, me acuerdo como si fuera hoy, que Carreño me dice: ‘no te calientes, pero te voy a sacar, porque es la mejor manera, tenés que salir’. Entendí el porqué, aunque uno quiera estar los 90 minutos y no salir para el aplauso, entendí el mensaje que me daba. Fue todo aquello fantástico, una despedida, un hasta luego del club, porque fue mi último partido».
CAMPEONES DEL APERTURA 2003, YA SIN ABREU EN CANCHA
«Al lunes siguiente me inhabilitan, nos toca jugar con Deportivo Maldonado en el Estadio. Arrancamos ganando, lo dio vuelta Maldonado 2 a 1, y lo terminamos ganando 4 a 2, y ahí nos consagramos campeones dos fechas antes. En ese torneo ya me vuelvo a México. Pero aquella foto, aquellas imágenes del recibimiento, fue impresionante ese clásico, y quedó marcado el torneo en general por todo ese tema político. Terminó siendo un doble título, en los mostradores y en la cancha».
UN RUMOR DE AQUELLA ÉPOCA, SE DIJO QUE EL PLANTEL DE PEÑAROL CONCURRIÓ A LA MUTUAL PARA PEDIR QUE INHABILITEN A ABREU
«Eso salió, pero no sé si fue más que nada un comentario, y lo llevaron al lado de que habían ido a quejarse o a querer exigir. Si algo tuvimos, o creo que fue un punto favorable en aquel momento, nos pidieron que dejáramos a los que tenían que encargarse del tema político que trabajaran, y nosotros nos enfocáramos en lo deportivo, para no sacar ese pensamiento que el equipo venía teniendo, y que venía resultando muy bueno desde lo futbolístico, con buenos rendimientos, con un plantel amplio, con una linda mezcla de juventud y experiencia. No querían que se desenfocaran, porque ya de por sí nos tocó salir a la cancha de Wanderers, de Bella Vista, nos tocó ir al interior, ya de por sí el calendario iba a ser complejo, y el ‘Gato’ Carreño no quería que nos desenfocáramos. Por eso ese detalle cuando salió a nivel periodístico, tampoco nos modificó mucho lo que queríamos buscar. Porque también está el aspecto periodístico, donde aprovechan este tipo de situaciones. También me acuerdo, que no fue así, que habían dicho que Julio Ribas, que dirigía a Liverpool, dijo que iba a reclamar los puntos. Me acuerdo que le ganamos con un gol mío de cabeza, 1 a 0 en el Franzini, con centro de Benoit. El propio Julio Ribas antes de empezar el partido, me dijo: ‘mirá que yo no voy a pedir tres puntos de nada, me ganás o te gano, pero en los mostradores no’. Le dije muchas gracias, y después se da la casualidad que hago el gol. Se armó un tema mediático importante, por eso uno desde lo personal decía, hay que ganar el clásico y salir campeón, porque es un premio y una posibilidad de disfrutarlo, porque si no se llega a conseguir, siempre podía venir la de ‘para qué tanto lío con Abreu, y no ganamos nada’. Porque siempre, dependiendo de lo que pase te subís al caballo. Por suerte salió todo redondo».
EL DEL «LOCO» ES UN CASO ATÍPICO: VINO DEL EXTERIOR TRES VECES EN PLENITUD, A LOS 24, 26 Y 27 AÑOS
«Todas las decisiones son respetables. Pero en el caso mío, surgía esa necesidad. Las tres etapas, 2001, 2003 y 2004-2005, me agarraron en plenitud, en un momento muy bueno. Era el sentir, lo que uno creía en ese momento, mis deseos futbolísiticos era lo que necesitaban, para poder recargar pilas y sentirme feliz totalmente. En aquel momento surge la posibilidad, estaba en México, en Cruz Azul, y se arma un conflicto grande de los dirigentes con el plantel, donde quisieron tomar rescisiones unilaterales, por haber perdido con Fénix por Copa Libertadores 6 a 1. Íbamos primeros en el grupo, yo iba goleador de la Libertadores y goleador del campeonato mexicano, pero la prensa hace una hoguera, que era una vergüenza, que los dirigentes tenían que tomar cartas en el asunto, como que fogonearon algo, y los dirigentes compraron. Llegamos a México y el presidente viene y unilateralmente dice: ‘el contrato de todos automáticamente pasa a ser la mitad, mañana tienen que pasar todos a firmar, y el que no firma se le rescinde el contrato’. Yo dije, esto no puede ser verdad, esto no puede ser así. Por más que no haya sindicato de jugadores, hay una ley, no hay ninguna cláusula en el contrato que diga que si perdés 6 a 1 un partido se te baja el sueldo al 50%. Hablamos con los extranjeros, yo no acepté, y lo hice público, un poco tomando la voz cantante del plantel. A ellos no les gustó y me rescindieron el contrato, queriendo demostrar un exceso de poder. Ahí tenía la posibilidad de ya pasar al América de México, pero cuando me dicen que está la posibilidad de pasar al América o de volver a Nacional, dije, si está la posibilidad de volver a Nacional, aunque sea por esas 10 fechas, vuelvo, quiero, las ganas mías son de ir allá, si se puede».
EN SU SEGUNDO PASAJE, EL DEL APERTURA 2003, JUGÓ GRATIS
«Ahí se hace toda la movida, y ahí es el contrato, de todas las historias de si cobraba, si no cobraba. Eso fue una etapa donde se mezcló todo. Yo siempre aclaro, pero está el que quiere tomarla o el que quiere seguir mezclando para mantener la polémica. En el 2001 había quedado una deuda pendiente que quedó para adelante. En el 2003, por esta situación, llego, y le dije a los dirigentes, ‘no voy a cobrar’. Me dijeron que tenían que poner al menos un sueldo mínimo. Les dije: ‘pongan un sueldo mínimo, y ese sueldo que vaya para las juveniles, pero yo no voy a cobrar’. Quedó así, y en ese Torneo Apertura 2003 no cobré. No cobré porque entendía que el club me estaba dando la posibilidad de poder seguir jugando, de poder estar en actividad, sabiendo que después ya tenía la posibilidad de volver a México. Era una forma de agradecimiento, que sea mutuo. Ustedes me dan la chance de competir, jugar, volver al club y yo tomo esta decisión».
LA POLÉMICA EN TORNO A SU TERCER PASAJE, CUANDO SE DECÍA QUE ÉL COBRABA Y EL RESTO DEL PLANTEL NO: EL «LOCO» DA SU POSTURA Y EXPLICA LO OCURRIDO
«Después vinieron todos los otros temas, en 2004 y 2005, en el cual, yo cuando vuelvo de La Coruña a Nacional, tenía la posibilidad de ir al Sporting Braga o a Nacional. Decido ir a Nacional, y ahí viene el tema de si cobro o no cobro, y qué cobraba, donde uno interpreta que hubo una mala información, por utilizar un término políticamente correcto, una mala información de algún directivo hacia el plantel, que no lo hizo de manera correcta. Porque habían adeudos con el plantel, importantes, de cuatro o cinco meses. Pero el arreglo, lo que a mí me daban para cobrar, era un arreglo de conformes, que se pasaban a cheques, de la deuda del 2001. Iba pasando los conformes a cheques, para cobrar. Ahí un directivo utilizó el término de ‘teníamos un líquido pero le pagamos a Abreu’. Si yo hubiera estado desde el otro lado, seguramente en el momento me hubiera calentado, hubiera dicho: ‘qué hijo de puta, nosotros acá peleándola, y este está cobrando, y nosotros no’. Porque la forma en que lo trasladó ese dirigente en ese momento, daba a entender como que eran los sueldos. Ahí me voy a México y cuando quise acordar ya era una olla de grillos, donde había muchos enojados por esa situación. En algunos casos agarré el teléfono, fui llamando, a Ligüera, a Coelho, al ‘Fede’ Rariz, a Bava. Pero hubo otros con los que no me dio el tiempo de hablar y ya habían salido en la prensa y habían hecho su descargo con ese argumento, que si era real tenía lógica, pero no era la realidad. No me dio el tiempo, imaginate 25 compañeros. Con algunos hemos hablado, como el ‘Negro’ Méndez, pero hay otros que siguen pensando lo mismo, y es respetable también. Lo que uno siempre trataba de decir, es que el que sabe que eran conformes y los pasaba a cheques, y eran de la deuda del 2001, eso lo sabía yo y el dirigente que me firmó, y nadie más, no va a haber otro que tenga mejor información. Pero bueno, si alguno quiere mantenerlo como real, es un tema de ellos, yo traté siempre de ir recuperando. Me queda un tema pendiente con el ‘Gaby’ [Alvez], porque no tuve la posibilidad de hablarlo, porque tenía una gran amistad antes de esta situación, y después no es que nos peleamos pero nos distanciamos por esto, por interpretar él tener él ese argumento o esa información. Pero ya tendremos momento, con una cervecita de por medio, de yo trasladarle toda esa situación y hacerle entender que lamentablemente ese directivo interpretando una equivocación, sin pensar mal, le dio una información incorrecta, que generó que muchos se molestaran».
SU CUARTA ETAPA EN 2013 Y UNA DECISIÓN QUE TOMÓ AL PRINCIPIO
» Aprendiendo de esa situación, en el 2013 cuando vengo al club, agarro a los cuatro o cinco capitanes que había, estaban el ‘Chino’ [Recoba], el ‘Cacique’ [Medina], Scotti. Les dije: ‘muchachos, miren, este es mi contrato’. Porque la pasé mal aquella vez, lo que era mi imagen de futbolista en el vestuario no quedó bien vista, y ahora se los mostré para que no exista ningún tema más de teléfono descompuesto, porque quería venir a disfrutar y pasarla bien. Estaba Israel Damonte también. Se los mostré, por si saltaba algo, para que supieran. Nunca me había pasado nada en ninguna parte del mundo, pero viendo lo que me había tocado vivir en el 2005, agarré el toro por las guampas de inicio».
EN TOTAL FUERON CINCO PASAJES POR NACIONAL
«Cuando uno pasa raya, fueron cinco pasajes. Tres muy buenos, uno malo, y uno intermedio que fue el último con Gustavo [Munúa], donde estuvimos a un cabezazo del hermano de Iván [Alonso] de ganar el campenato. Nosotros le ganamos a Liverpool en su cancha, y si el hermano de Iván hace ese gol en la hora éramos campeones del Apertura. Iván se lesionó en el final y me toca a mí entrar contra Rentistas, hacer un gol, y después jugar con Liverpool. En líneas generales ese torneo fue 50 y 50. Y obviamente en el 2013 cuando llegué, no fue bueno en ningún sentido, porque tampoco estaba en condiciones físicas en el inicio de poder responder».
LOS MALOS MANEJOS DEL PLANTEL POR PARTE DE RODOLFO ARRUABARRENA EN 2013
«Uno con el paso del tiempo dice, ese plantel del 2013, cómo vamos a ser la quinta y sexta opción cuando había solo dos delanteros. Esas charlas mano a mano con el ‘Vasco’ [Arruabarrena] se guardan, para mantener los códigos, pero lo que uno piensa, con sentido común, es que un entrenador puede tener una elección, de decir, ‘este es mi estilo y te tengo entre la quinta y sexta opción’. Pero en aquel plantel había dos delanteros, que eran Cavallini que estaba volviendo, y el otro era Juan Cruz Mascia. Y nosotros éramos quinta y sexta opción. No sabíamos dónde estaban la tercera y la cuarta. Después llegó el ‘Canguro’ [Porta] al poquito tiempo, y ahí vimos que era un tema político dividido, el ‘Cacique [Medina] y yo tuvimos que quedarnos a hacer la pretemporada solos acá, y después terminamos yendo a la pretemporada. Nosotros quisimos empezar a hacerla de la misma manera como los que estaban en Argentina. Si allá hacían doble turno, nosotros hacíamos doble turno. Pero en el club nos ponían solo ‘profe’ de mañana, entonces si allá hacían doble entrenábamos con un ‘profe’ amigo. Entre los que nos habíamos quedado estaban Vicente [Sánchez], el ‘Vampiro’ Torres, éramos nueve. La gente de Nacional Universitario, con mi gran amiga ‘Raquelita’ Methol, nos dio sus canchas. Nos íbamos ahí a entrenar por la tarde. Y si en Argentina hacían un partido amistoso, nosotros lo hacíamos acá con la Mutual. Y empezamos a hacer goles con el ‘Cacique’, y salía en los diarios. Los dirigentes que estaban aquel momento no aguantaban la presión, la gente decía que era una falta de respeto, que no merecíamos ser tratados de esa manera. Ahí me llama el ‘Vasco’ y me dice: ‘yo te doy la posibilidad, estás en tu derecho de decirme que si no te llevé en tu derecho no venir ahora, pero tenés la posibilidad de venir’. Fui encantado de la vida, olvidate, en el Buquebus por Colonia. Lo llamo al ‘Cacique’, en ese momento decíamos que éramos siameses porque estábamos en la misma situación, pegados. Le digo ‘siamés, me llamaron’. A las dos horas y media, me dice ‘Locura, se dieron cuenta de que si te llaman a vos y no me llaman a mí va a seguir el revoleo, pero yo no voy a ir’. Le dije: ‘dale Cacique, no jodas, vamos juntos, vamos a terminar la pretemporada, disfrutemos, y aprovechemos del grupo, de estar allá con la banda, para qué te vas a quedar acá’. Aprontamos el mate, y nos hicimos llevar a Colonia. Lo único que hoy, desde el lado del técnico, uno modificaría, fue que cuando llegamos, que llegamos tarde y al otro día se entrenaba y no nos avisó nadie, fue que nos cambiamos, y cuando vamos a entrar al entrenamiento, dijimos: ‘si somos siameses tenemos que entrar como siameses’. Nos pusimos espalda con espalda, y entramos gritando: ‘llegaron los siameses, estamos acá’. Obviamente todos cagándose de la risa, pero al ‘Vasco’ y al cuerpo técnico no les gustaba mucho la broma».
SE VA A PRÉSTAMO A ROSARIO CENTRAL Y VUELVE EN 2015 CON MUNÚA COMO DT
«Fueron todas experiencias de aprendizaje. Yo tuve esa rebeldía linda, de haber seguido en Argentina en Rosario Central que fue una experiencia fantástica. Por haberme apurado por la lesión de meniscos y no haber hecho el proceso, porque me necesitaba el ‘Chavo’ Díaz, que habíamos hablado de esperar un tiempo pero me dice, contra el Barcelona de Guayaquil, que me necesitaba en el banco, aunque no estaba todavía. Justo entro, hago el gol, pero creo que eso fue peor. Después todos decían que había ido con la rodilla hecha mierda, que me estaba abusando del club. Por eso yo quería ir a un fútbol competitivo, para que todos se dieran cuenta de que lo que necesitaba era un mes más de preparación, pero que estaba en condiciones. Para mí en lo deportivo ir a Rosario fue muy bueno, me dio la chance de que cuando agarra Gustavo [Munúa] diga, ‘el Loco jugó en Argentina y jugó como jugó, ¿no va a jugar en Uruguay? Es un 9 que me va a ayudar’. Por eso no seguí en Central, era mi última oportunidad de jugar en Nacional y decidí venir a disfrutarlo».