Para todos nosotros la temporada ha terminado, más allá de los partidos que resten disputarse para cerrarla formalmente. Después del encuentro ante Juventud, si quedaba alguna chance matemática de luchar por algo, quedó sepultada,y no solamente por la derrota, sino por la forma en la que se dio, con un equipo que debió rendir mucho más, con otro nivel futbolístico y otra respuesta anímica. Pero ya está. La suerte está echada y debemos dedicarnos –todos- a construír un nuevo Nacional para la temporada 2013 – 2014
Para todos nosotros la temporada ha terminado, más allá de los partidos que resten disputarse para cerrarla formalmente. Después del encuentro ante Juventud, si quedaba alguna chance matemática de luchar por algo, quedó sepultada,y no solamente por la derrota, sino por la forma en la que se dio, con un equipo que debió rendir mucho más, con otro nivel futbolístico y otra respuesta anímica. Pero ya está. La suerte está echada y debemos dedicarnos –todos- a construír un nuevo Nacional para la temporada 2013 – 2014
Por Julio Cifuentes
Pero ya está. La suerte está echada y debemos dedicarnos –todos- a construír un nuevo Nacional para la temporada 2013 – 2014, que deberá cambiar varias cosas para levantar su rendimiento, en casi todos los rubros, y para ello deberemos confiar en quienes tienen la responsabilidad de tomar decisiones, esperando que estén iluminados a la hora de hacerlo.
Para empezar a ejecutar esos cambios, desde algunos lugares (por parte de algunos hinchas) se pide la salida de algunos jugadores, otros ven la solución en cambiar el cuerpo técnico nuevamente, mientras también se subrayan errores dirigenciales como responsables de este bajón; todas las razones son válidas, todos los argumentos son respetables, pero debemos convencernos que todos los reclamos deben tener como factor común la construcción de un futuro mejor, no la crítica destructiva por lo que pasó en el último año.
Necesitamos “armar” un Nacional nuevo, pero sin destruír este.
Dos veces consecutivas fuimos campeones uruguayos, estuvimos tres años sin perder en clásicos oficiales, disfrutando además varios ganados de atrás, con diez jugadores y hasta en la hora alguno … es necesario tener buena memoria para no ser injustos. No podemos vivir de la historia, ni siquiera de la reciente, pero debemos valorar lo que hemos tenido últimamente: en el caso de los jugadores, muchos de ellos ganaron dos campeonatos y perdieron uno, razón suficiente para seguirles demostrando nuestro cariño y nuestro respeto.
Hay algunos que no han estado ni cerca de lo que esperábamos. Otros perfectamente pueden seguir dándonos alegrías en distintas condiciones.
La palabra “construcción”, en este caso, me generó inmediatamente la imagen de una casa, y creo que es bien gráfica para entender este momento. Si en algún momento de nuestro vida, necesitamos un lugar dónde vivir, o al menos pretendemos mejorar respecto al que ya disponemos, ¿qué deberíamos hacer? ¿Es necesario tirar abajo, demoler, destruír lo que tenemos? ¿O nos encaminamos a la búsqueda de algo mejor pero cuidando lo que tenemos, hasta tanto tengamos en condiciones habitables nuestra nueva casa?
Y si lo vemos en términos inmobiliarios, ¿no sería una medida inteligente intentar darle el mayor valor posible a lo que estamos a punto de abandonar? ¿No sería menor la inversión necesaria para cambiar lo que queremos por lo que tenemos?
Quien cambia de casa, no regala la que deja de habitar, intenta valorizarla. Quien construye una nueva, no destruye la anterior corriendo el riesgo de quedar “ a la intemperie” mientras completa su obra.
Y se me ocurre pasamos por una situación similar. Debemos apostar a la fortaleza de los pilares, a basarnos sobre cimientos firmes, entre los cuáles contamos una vez más con las divisiones formativas del club. Podemos apostar a construír con otros materiales (léase jugadores) nuestro equipo, pero sabiendo que el éxito puede estar también en mezclarlos –o unirlos- en forma diferente, y también, que la rapidez en lograr el objetivo o la solidez final puede verse favorecido si se cuenta con situaciones externas más favorables que las que existieron en el último año, cualquiera estas sean.
Después podremos ver si la mejoramos estéticamente, si la hacemos más funcional, dotándola de retoques de último momento, secundarios a esta altura.
En el caso de los jugadores, es cierto que seguramente habrá que cambiar algunos, pero también confiar en que otros mejoren su rendimiento, o en que una sólida preparación física antes de la temporada puede originar mayor potencia y menor cantidad de lesiones.
También es necesario que el cuerpo técnico tome mejores decisiones, que consiga imponer su estilo en el equipo, que se acierte en la nominación de un gerente deportivo y que éste cubra todos esas áreas que son tan importantes en el fútbol moderno, estando aquí y allá para facilitar la tarea de entrenadores y futbolistas.
Pero sobre todo, nos hemos propuesto intentar actuar como en la tribuna, como cuando vamos cantamos y alentamos, o como en “El Parque” cuando parecía imposible pintar una tribuna en unas horas pero lo hicimos posible yendo todos a pintar un pedacito. Los errores del pasado (todos, los míos, los tuyos, los nuestros y los de ellos) del pasado son … ahora creemos más que nunca en que “la unión hace la fuerza”, y estamos convencidos de que empujar todos juntos no es decir “está todo bien”, sino saber que todo puede mejorar si lo hacemos en la misma dirección.
PASIÓN TRICOLOR 1010 AM
Sentimos lo mismo !!!
