Recibimos a Nicolás Velo y Luis Sánchez de la Comisión de Historia y Estadísticas, para repasar la brillante conquista de la Copa Libertadores de América de 1971.
UNA CONQUISTA LARGAMENTE ESPERADA
Nicolás: “Fue un torneo que se nos hizo esquivo en varias oportunidades. La tolerancia y la ansiedad del hincha no daba para más. Hay que tener presente cómo fue la génesis, los años anteriores. Esa ansiedad no era solamente por el hecho de levantar la Copa, si bien habíamos perdido tres finales. Pero más allá de eso la década del ’60 fue muy dura. Lo que se respiraba a nivel local e internacional era un sistema totalmente anti Nacional. Eso hay que dejarlo muy en claro. Porque levantamos la Copa pero no fue un buen campeonato y nada más. Hubo que enderezar el barco en muchos aspectos, marcar la cancha, manifestar otro espíritu, no solamente quejarse a través de la prensa que estaba muy direccionada”.
COMO SIEMPRE, PELEANDO CONTRA LAS INFLUENCIAS DE AFUERA DE LA CANCHA
Nicolás: “En 1964 Nacional clasifica a la Libertadores por haber salido campeón Uruguayo en el ’63. Llegamos a la final con Independiente en agosto de 1964. Primera final acá en Montevideo, nos asignan al árbitro holandés Leo Horn. Hubo áreas del club que no estuvieron a la altura durante mucho tiempo. Se respiraba en el ambiente que este holandés nos iba a perjudicar. Pons Etcheverry era nuestro presidente. Si hablás con los protagonistas de esa final te dicen que fue un robo descarado. A Mario Bergara le anulan un gol por supuesto offside, otro a José ‘Pepe’ Urruzmendi, en un arbitraje oscuro. Los líneas eran paraguayos. Parecen cosas lejanas en el tiempo, como si fueran leyendas. Pero en el año 2015, cuando hacía un año que había fallecido Julio Grondona, salta un audio de Grondona [en aquel entonces dirigente de Independiente] diciendo cómo había ganado esa final comprando a los dos líneas paraguayos, lo que coincide perfectamente con lo que venimos escuchando desde aquel entonces. Por lo tanto en ese contexto, Nacional transitaba esa década del ’60. No solo a nivel internacional. A nivel local, si repasás del ’63 al ’68, en 75 partidos contra cuadros chicos no teníamos ni un penal favor. Contra el tradicional rival lo mismo. Si al tradicional rival le cobraban un penal en contra, ese juez tenía que pasar por lo menos 12 meses para volverlo a ver en el Estadio. En calidad de sanción lo paseaban por todas las demás canchas. En ese contexto anti Nacional por todos lados fuimos transitando”.
LA LLEGADA A LA PRESIDENCIA DE DON MIGUEL RESTUCCIA
Nicolás: “En 1968 se da un punto de inflexión, para dar un síntoma de esperanza. Un hincha de la Olímpica, como Miguel Restuccia, de la mano de Celli, Scavino, personas vinculadas a Nacional lo incentivan para que participe del acto electoral. Junto con Oromi, hacen una fórmula. Era un hincha de la Olímpica pero con gran capacidad administrativa, de liderazgo, y por sobre todas las cosas decidido a dar la vida por Nacional si era necesario, de cuerpo y alma. Se presenta en el acto eleccionario, sale electo presidente en las elecciones del año 1968. Ya en el acto de 1965 había participado para integrar la Comisión Fiscal pero no se le dio el triunfo”.
LAS PRIMERAS ACCIONES BUSCANDO EQUILIBRAR LA BALANZA
Nicolás: “Restuccia desde el día 1, entró con el espíritu de que a Nacional se lo respeta. Entró marcando la cancha, sin querer a nadie tibio. Rompió todos los paradigmas. Era un hincha de la Olímpica con gran capacidad, imaginate lo que es enderezar ese barco con todo el contexto que veníamos hablando. El primer encontronazo es en la AUF, de no tolerar más el sistema de arbitraje que había. Lo dejó claro antes de comenzar el campeonato: ‘nosotros así no arrancamos’. Tanto es así que dos veces se estuvo por reiniciar, pero se aplazaba porque no se ponían de acuerdo las partes. Restuccia y sus compañeros lo que planteaban era que así no se podía seguir más, el sistema arbitral de nuestro Campeonato Uruguayo era digitado a dedo. Él planteaba hacer un sorteo donde se trate de equilibrar un poco, porque a dedo no da para más, no arrancaba. Carta va, carta viene, gran trabajo de los delegados, Carrera Hughes, Bagnulo, Demarco. Una batalla constante para tratar de instalar ese tema, hasta que finalmente se acepta el sorteo. Pero era una lucha diaria. Pestañeabas y te acostaban. Era lo que pasaba en ese contexto, fue la primer lucha, costó pero salió”.
LA HISTÓRICA «GRAN JUGADA» PARA RECAUDAR FONDOS
Nicolás: “También en la parte económica fueron cambiando las cosas. Vos repasás cualquier hito de Nacional, y lo económico siempre fue una adversidad a transitar. En 1968 se incorpora como patrimonio Los Céspedes. En dos asambleas en marzo y abril se aprueba. Costó 14 millones de pesos de la época. Incorporó una oportunidad única de ampliar el patrimonio, porque veníamos en un presupuesto en el que siempre teníamos que gastar en alojamientos y concentraciones. También se incorpora una revolución de la manera de generar ingresos. El socio Almandoz presentó un proyecto llamado ‘La Gran Jugada’, el cual se lleva a cabo. Se vendían boletos, y se sorteaban heladeras, motos, autos. Ahí se generaba un ingreso genuino para Nacional. Los primeros jugadores que se traen producto de ‘La Gran Jugada’, en 1969, es Juan Carlos Mamelli, que se lo va a buscar a Belgrano de Córdoba donde era goleador. El segundo jugador, que se lo primereamos al tradicional rival, fue Luis Cubilla, que estaba en River [argentino]. Era una incorporación necesaria. Peñarol estaba procurando su regreso. Significó mucho sacudir el mercado, perfilándonos para lo que venía”.
ANÉCDOTA CON WILSON FERREIRA ALDUNATE
Nicolás: “En una noche Restuccia se encuentra a su rival electoral, que era nada menos que Wilson Ferreira, en canal 10. Wilson, en tono simpático, le dice: ‘la veo difícil para ustedes, no creo que tengan chance’. Restuccia, sorprendido, le dice: ‘pero señor senador, para mí si yo llego a perder es un halago perder con usted. Pero, ¿usted se puso a pensar? Con la fuerza que tiene nuestro movimiento, si usted le gana a un hincha de la Olímpica va a ser tal vez un desmerecimiento’. A la noche siguiente, Wilson se baja de la elección. Es una muestra de las ganas de Restuccia de ir por Nacional”.
HUBO QUE SACAR DEL MEDIO AL NEFASTO TEÓFILO SALINAS
Nicolás: “La CONMEBOL era presidida por un peruano llamado Teófilo Salinas, que estaba vinculado con el tradicional rival. Aparte era el presidente del colegio arbitral de la Libertadores, era el que metía cuchara para designar. Oh casualidad, que en las distintas Libertadores, cuando dolía a Peñarol siempre le tocaban los mismos. Ya no se aguantaba más. Estaba todo un poco cocinado. Hubo elecciones y Nacional apoyó al candidato paraguayo. No quería ver más a Salinas. Se habló con los neutrales en la AUF, Nacional expresa su posición, y se lauda que la AUF va por el paraguayo. Esto había que ratificarlo en un Congreso en Río de Janeiro. No había quorum para votar, atentando contra los estatutos de la CONMEBOL. Se trata de hacer un recurso oscuro, y los representantes de la AUF se dan vuelta, y votan otra vez a Salinas. En esas condiciones había que convivir y dar la lucha. Cuando había un consenso de que Salinas no, nos hacen esa mosqueta. Dicho esto, se le declara la guerra a Lacarte Muro que era el presidente de la AUF de ese momento. Lacarte Muro se ve ofendido y lo convoca a duelo a Restuccia, quien acepta el duelo, como hombre que siempre fue para adelante. A tal punto que ya se habían designado los padrinos. Esto todavía era moneda corriente. Un duelo se pactaba día, hora, las armas a elegir y los padrinos. Los padrinos de las dos partes empezaron a hablar: ‘muchachos, no podemos permitir que esto continúe, porque es un sinsentido’. Hubo un acuerdo en el que quedó sin efecto el duelo. Los padrinos lo abortaron. Pero si dependía de don Miguel, por Nacional daba la vida. Esto fue en 1970”.
PRIMERO SE COMENZÓ CON LOS TÍTULOS A NIVEL LOCAL
Nicolás: “En 1969 se pierde la final, con Estudiantes, un Estudiantes muy complicado. Pero Nacional ya venía enderezando el barco de una manera importante, se lo estaba respetando, no le metían cualquier juez, sale campeón Uruguayo en el ’69 con 24 partidos invicto. Estaba saliendo el sol con pasos breves pero firmes”.
EL ARMADO DEL PLANTEL PARA LA COPA DEL ’71
Luis: “Zezé Moreira formó una base. Hemos tenido la posibilidad de hablar con varios campeones del ’71 y nos han dicho la importancia que tuvo Zezé Moreira”.
Nicolás: “En 1966 ya teníamos a Montero Castillo, Espárrago, Julio César Morales. En el ’68 llega Manga, Mugica, que lo recomienda Zezé. En el ’67 había llegado el ‘Peta’ Ubiña. El técnico que estaba en el ’68 cuando asume Restuccia era Maceiras, pero no le veía mucha experiencia así que llama Zezé, que era un conocedor de Nacional. Ahí se fue formando la columna vertebral”.
LA IMPORTANCIA DE ANIBAL PAZ COMO ENTRENADOR DE ARQUEROS
Nicolás: “Restuccia pone a un hombre de la casa como Aníbal Paz a entrenar a Manga, que venía del Mundial ’66 muy complicado con Brasil, estaba casi desterrado de su país por una salida mala que tuvo en un partido contra Portugal. Había que mejorarle la salida a Manga. Aníbal Paz fue el que estuvo ahí, en el día a día. A veces esos detalles quedan en el olvido. Manga era un crack pero le faltaba eso. Aníbal Paz estuvo con Manga día y noche”.
SIGUEN LLEGANDO INCORPORACIONES: ARTIME Y ETCHAMENDI, DOS PESOS PESADOS
Luis: “También se incopora en agosto de 1969 a Luis Artime. Era como comprar a ‘Edi’ Cavani. Te aseguraba goles y presencia. Todo éxito deportivo siempre tiene que tener esas patas que son las que lo sostienen. Una dirigencia fuerte, sólida, unida, un gran equipo, y también un gran entrenador. En ese caso Nacional contrata al ‘Pulpa’ Etchamendi. Como se dice popularmente, tenía boliche, tenía calle. Era un estratega, conocía el ambiente y se movía en él. Sabía que Nacional tenía que ir por un éxito internacional en esta era del ’60 para acá. Le tocó sacar jugadores del plantel, como el ‘Cococho’ Alvarez, que hoy con las redes sociales hubiese sido un revuelo muy grande”.
ETCHAMENDI, DE SENSACIÓN EN BELLA VISTA A TÉCNICO DEL MÁS GRANDE
Nicolas: “El ‘Pulpa’, en su rol, tenía mucho de Restuccia. Era un hombre que vino a tomar decisiones, a marcar la cancha dentro de Nacional. No importaba otro fin. En el año ’70 es insólito cómo se da la llegada de Etchamendi. En junio del ’70 era Enrique Fernández el técnico. Restuccia un día, durmiendo, tenía un sueño que lo iluminó. Soñaba que Etchamendi, en ese momento técnico de Bella Vista, se iba para Peñarol. Estaba siendo sensación en Bella Vista. Se estaba jugando el Mundial de México ‘70 y acá estaba todo parado, la atención estaba allá. Restuccia se levanta, llama al hotel en México a Nassim Ache, padre de Eduardo y secretario del club, y le dice: ‘contactame ya a Etchamendi, decile que Nacional lo quiere’. Etchamendi estaba en México observando el Mundial. A raíz de eso se hace toda la gestión. Cuando explota la noticia hubo directivos que renunciaron. Uno de ellos fue Iocco, pero no por llevarle la contra, sino porque era un hombre íntegro, de palabra, y había apostado todo a Enrique Fernández. Pero Restuccia estaba convencido de que lo que Nacional necesitaba era eso, veníamos de tres malas, y esa tenía que ser la nuestra. Etchamendi no se quedó a ver la final del Mundial, se vino antes para hablar con Nacional”.
Nicolás: “Lo primero que le pregunta Restuccia a Etchamendi es de qué cuadro es. Etchamendi le responde: ‘yo soy hincha de Canillitas, pero en este momento haga de cuenta que soy enfermo de Nacional’. En esos términos empezaron a convivir y a planificar ese Nacional, ya en julio del ’70. No titubeó ni un segundo. Todos los días iba a la sede a hablar con Miguel. Estaba en todos los detalles”.
EL ARRANQUE DE LA COPA CON UN CLÁSICO
Luis: “Los directivos se encargaban de toda la logística, de todo. Nacional en el ’71 ya era bicampeón Uruguayo, e iba a apostar todo a la Copa Libertadores. Con un plantel muy bien conformado, con todas las incorporaciones que había tenido, y con productos de la cantera, como el ‘Cacho’ Blanco y Ancheta. En el sorteo nos tocaron los clubes bolivianos. En el grupo 2 con el Chaco Petrolero y The Strongest. Había que subir a los 3600 metros de la ciudad de La Paz. Junto con el tradicional rival conformábamos ese grupo 2. El primer partido fue el clásico. Como marca la historia, arrancó perdiendo Nacional y sobre el final del partido empata, con gol de Artime, y en la última jugada, hay penal para Nacional, lo remata Juan Martín Mugica que pone el 2 a 1. No fue solamente en el 2014, también pasó algo parecido en la Copa Libertadores de 1971. Este fue el primero de la racha de los 16 clásicos sin perder que duró hasta 1974, una locura, nadie lo ha cambiado a eso. Se arrancó con un triunfo importante, en un clásico, de atrás. Pero había que ser mesurados”.
UN EMPATE Y UN TRIUNFO EN LA ALTURA
Luis: “Había que ir a jugar a la altura de La Paz. Nos toca Chaco Petrolero y se gana 1 a 0. Un partido bastante complicado. ‘Palito’ Mamelli convierte el gol. Ocho días después teníamos que enfrentar al The Strongest. Cómo estaría físicamente ese equipo, que entre los dos partidos de visitante por Libertadores, Nacional disputa un amistoso ante el Jorge Wilstermann y gana 2 a 1. En una semana prácticamente, disputa tres partidos con cuadros bolivianos. Jugamos con The Strongest y empatamos 1 a 1, un partido difícil, con gol de Ruben Bareño, en la altura. Era un plantel muy competitivo. Bareño fue importantísimo, alternaba. Nacional se viene con tres puntos en ese momento, dos por la victoria y uno por el empate. Y con cinco puntos en la serie. Muy bien perfilado ya para los partidos de revancha”.
LOS TRES PARTIDOS REVANCHA FUERON TRIUNFOS
Luis: “Tenemos que jugar otra vez con Peñarol, en un partido mucho más definitorio. Se gana 2 a 0 con goles del ‘Cacho’ Blanco y Maneiro. Aparte del gol, ese día nace la hija del ‘Cacho’. Nacional con esos puntos aseguraba la clasificación. Se golea 5 a 0 al Chaco Petrolero y 3 a 0 al The Strongest en Montevideo. Se termina invictos en una serie complicada, se ganan los dos clásicos y se gana en la altura, y se avanza a la serie semifinal”.
EL TRIANGULAR SEMIFINAL ANTE DOS DUROS RIVALES
Luis: “La serie semifinal fue con Palmeiras, que era el campeón brasileño, y con Universitario de Perú, que era la selección peruana que había eliminado a Argentina en La Bombonera para ir al Mundial de México ’70. Ese mismo equipo al año siguiente es vicecampeón de América. Era un cuadro bravo para definir”.
EL «PULPA» Y LA PRENSA BRASILEÑA
Nicolás: “Cuando nos toca con Palmeiras allá en Brasil, a Etchamendi lo llevan a TV Globo. También en el canal había autoridades del Palmeiras. La clásica entrevista, cómo ve el partido, esto, aquello. Había un pizarrón, y se puso a dar indicaciones de cómo iba a jugar Nacional. Cuando sale, las autoridades de Nacional lo querían matar. La respuesta fue: ¿te pensás que les dije la verdad a estos locos? Esa picardía no se usaba, era esa idiosincrasia de boliche, de calle, que bienvenida sea”.
LA VIVEZA DE ETCHAMENDI PARA CONOCER MÁS A LOS RIVALES
Luis: “Hay que tener presente que en aquel momento no se podían ver los partidos, ni analizar al rival. Nos contaban los jugadores que el ‘Pulpa’ Etchamendi era muy bohemio y también muy inteligente. Por ejemplo, lo que hizo en Lima antes de jugar con Universitario, se tomaba un taxi y empezaba a hablar de fútbol con el taximetrista, cosas del local, cómo jugaba, cuál era la debilidad. De repente encontraba algún hincha de algún cuadro rival que le podía decir. En base a eso sacaba sus conclusiones».
EMPATE CLAVE EN LIMA, TRIUNFAZO EN SAN PABLO Y LUEGO SE PISÓ FUERTE EN EL CENTENARIO
«Nos presentamos con Universitario, un partido difícilísimo. Un 0 a 0 grande donde se destaca un penal a favor de Universitario, que lo pateó Héctor Chumpitaz, el rematador nato que tenían. Un penal donde Manga se tira hacia su izquierda, la pelota lo pasaba, y con el pie la logra desviar. Ese partido fue el 22 de abril, el calendario era acotado y el plantel corto. Hay que destacar al Prof. Carlos Moreira. Hace poco el hijo y el nieto de él se contactaron a través de Instagram con nosotros. Ese empatecito afuera sirvió para ir a Brasil, teníamos que jugar con Palmeiras en Pacaembú. Ganamos 3 a 0 de forma categórica. Los jugadores nos dijeron que en ese partido Nacional fue una aplanadora. Había que ratificarlo acá en Montevideo. Estábamos ahí, con esos tres puntitos en ese triangular. El 11 de mayo jugamos con Universitario acá en Montevideo y ganamos 3 a 0 con dos goles de Morales y uno de Artime. Ya definitivamente estábamos. También acá en Montevideo 3 a 1 le ganamos a Palmeiras”.
UNA NUEVA FINAL: ANTE EL TRICAMPEÓN VIGENTE DE AMÉRICA
Luis: “Llegamos a la final, a la cuarta final, con Estudiantes, un rival que ya lo conocíamos. Lo habíamos enfrentado en 1969. Venía de ganar su tercera Copa Libertadores en 1970 ganándole la final a nuestro tradicional rival. Había que cortar la racha nuestra, y a su vez la racha de Estudiantes. Un equipo que tenía el mote de aguerrido, de mil historias, que eran verdad. Era complicadazo jugar en La Plata. Ya Nacional había tenido que jugar con ellos en el año 1938 en la noche de las camisetas ensangrentadas, que lo ganamos. Reeditando esa historia fuimos, y perdemos en La Plata 1 a 0. Teníamos cuadro como para poder forzar un tercer partido. Nos venimos a jugar a Montevideo, un partido aguerrido, un gol de Masnik, con un cabezazo, en un corner. La tercera final fue en Lima, Perú, el 9 de junio, día del fútbol sudamericano”.
LOS ENTRETELONES DEL TERCER PARTIDO EN LIMA
Nicolás: “Etchamendi estaba en todos los detalles. A un funcionario del club, que era boxeador, lo puso en planilla como ayudante de kinesiólogo, por cualquier eventualidad. Llegó al vestuario, revolvió los armarios, todo, no dejaba ningún detalle al azar. En la tribuna estaba Restuccia, era espalda con espalda. Antes de empezar el partido le llega el dato de que Teófilo Salinas estaba con alguien de la AFA en el vestuario hablando con los jueces. Agarró a Codesal, integrante del colegio arbitral, y le dijeron: ‘a Nacional se lo respeta, esta no me la hacen más’. Estamos mencionando detalles en los que estaban, Etchamendi en la cancha, Restuccia en la tribuna”.
LA VISIÓN DE RESTUCCIA SE CUMPLIÓ
Luis: “El chileno Ornazábal hizo un arbitraje muy bueno, y ganamos la Copa Libertadores, con un gol de Espárrago y otro de Artime. Restuccia fue un visionario. Con anterioridad en un partido de Copa, Nacional se vio despojado. Nacional que estaba contra Salinas y su sistema, a través de su presidente, dijo: ‘la Copa que le niegan a Nacional, me la van a tener que entregar acá, en el Estadio Nacional de Lima’. Un visionario”.
LOS FESTEJOS EN MONTEVIDEO: EL PUEBLO TRICOLOR FELIZ
Nicolás: “Tres horas duró la caravana cuando llegó el avión. La sede de 8 de Octubre desbordada. Una justicia estricta y divina, Restuccia abre el balcón y sale a abrazar al pueblo después de tantas tormentas”.
Luis: “Esa conquista no solo fue justicia para un hombre como Restuccia que dio todo por Nacional, también para el club y para la hinchada que siempre supo estar en las difíciles, con el Estadio repleto, así lo atestiguan las fotos”.
EL DURO FINAL DE RESTUCCIA EN LA PRESIDENCIA DE NACIONAL
Nicolás: “Restuccia dio tanto por Nacional que en 1979 por una injusticia le tocó ir preso por Nacional. Se comió seis meses en cana y seis años de proceso. Había un grupo minoritario, de puertas adentro lo acostaron, de sus propias filas. Es un tema largo”.