Hace unos días, una semana exactamente, recordamos un momento poco reconocido algunas veces que fue clave en la historia reciente del Club Nacional de Football, aquel clásico en el que debutó en la dirección técnica del equipo Juan Martín Mujica acompañado del profesor Esteban Gesto y con dos goles de Julio César Morales dejamos a nuestro rival afuera de la Copa Libertadores y clasificamos nosotros para jugarla.
Por Julio Cifuentes
Nadie imaginaba que ese sería el primer paso hacia nuestra segundo título continental sorprendiendo a todos con un fútbol distinto al que se practicaba en toda América, con un despliegue físico “a la europea”, con un sistema de marca que incluía marca encimada sobre algunos hombres y –entre otras cosas- con un lateral que permanentemente “volaba” hacia el ataque como “El Chico” José Hermes Moreira. Con un plantel reducido, que apenas llegaba a los veinte jugadores, Nacional comenzó a sortear rivales en esa Libertadores del año 1980 (incluyendo en primera fase a Oriente Petrolero que hoy se cruzó en el camino nuevamente), unas semifinales durísimas ante Olimpia y O’Higgins, y las recordadas ante Internacional, en Porto Alegre.
Los primeros también en Tokio
Menos aún, podíamos pensar los hinchas tricolores en lo que pasaría un año después, cuando nos tocaría seguir al equipo jugando al otro lado del mundo, ya que por primera vez ese año se definiría la Copa Intercontinental en un solo partido, en el lejano Japón, puesto que Toyota asumía como patrocinante del evento; todo era nuevo, una gran experiencia que ordenaba moverse hasta el otro extremo del mundo (en otro mundo, sin los avances de la tecnología actual era una verdadera odisea), y allá marchó el Decano, el Rey de Copas, para darle un brillo tal al evento que exitosamente se prolongó por más de veinte años, hasta que la FIFA creó el Mundial de Clubes.
Además de conquistas en forma brillante la Copa Libertadores, nuestro club se quedó con el título de Campeón Uruguayo también con enorme justicia, sorprendiendo a todos con su juego, confiando además en casi todos los partidos la titularidad al mismo equipo, ya que eran muy pocas las posibilidades de recambio que el técnico tenía a su disposición. Esta realidad hizo que fuera más compleja e incierta todavía la preparación para el desafío japonés, ya que en el tramo final de 1980 toda la atención la concitó la disputa del Mundialito llamado “Copa de Oro”, en el que por primera vez se citaba a todos los países campeones del Mundo, con Holanda sustituyendo a Inglaterra que se negó a viajar.
Allá en Europa, ante la deserción inglesa el campeón continental Nottingham Forest contó con tiempo y jugadores para prepararse de la manera ideal. Acá, fiel a su historia, Nacional resignó intereses particulares en pos de la selección uruguaya y contribuyó con más de medio equipo para que nuestro país consiguiera esa Copa de Oro, luego de años sin ganar nada a nivel de selecciones.
Rodolfo Rodríguez fue una garantía en el arco celeste, Moreira una máquina trepando por el lateral derecho, el gran Waldemar Victorino decisivo con su goles cuando más se lo precisaba, y “Cascarilla” Morales desparramando calidad en la punta izquierda, además de Arcenio Luzardo, suplente en los partidos de la selección.
Pero el aporte tricolor era mayor aún e incluía a dos futbolistas que no tendría para el juego en Tokio: el enorme Hugo De León, transferido al Gremio de Porto Alegre durante ese verano, y el minuano Eduardo De la Peña, lesionado en la final ante Brasil.
Ninguno de ellos pudo estar en Rocha el 8 de enero cuando se le realizó un homenaje/despedida al plantel y recién comenzaron a reaparecer días más tarde, para estar presentes por ejemplo el día 28, cuando Nacional venció al prestigioso equipo húngaro Honved (de Budapest) en Montevideo, con goles de Waldemar y José Hermes Moreira. Ya en suelo nipón, previo a la gran final, el día 7 venció Nacional también a la selección juvenil de Japón, por 2 a 0, con conquistas de Daniel Enríquez y Alberto Bica.
Quien fuera gerente deportivo hasta hace poco tiempo tomó el lugar de Hugo en la defensa, mientras Denis Milar asumió la función de volante que cumplía De la Peña, y así los tricolores saltaron al campo en el Estadio Nacional de Tokio con Rodolfo Rodríguez; José Moreira, Juan Carlos Blanco, Daniel Enríquez y Washington González; Denis Milar, Víctor Espárrago y Arcenio Luzardo; Alberto Bica, Waldemar Victorino y Julio C. Morales, mientras los ingleses de Nottingham Forest eran grandes favoritos gracias a sus nombres: Peter Shilton; Stuart Gray, Andersson, Frank Gray, Burns; Ponte, Lloyd, Wallace; O’Neill, Trevor Francis, John Robertson.
Tenían, realmente, un cuadrazo, en el que Robertson volaba, Shilton tapaba todo (o casi todo) y Trevor Francis era la manija, pero Mujica mandó a Espárrago a seguirlo de cerca y pudo controlarlo.
A los diez minutos, una corrida imparable de Moreira por la derecha lo llevó hasta el fondo de la cancha y ahí mandó el centro atrás, apareciendo al borde del área chica Victorino para parar el balón y en el mismo movimiento, en el aire casi, mandar de pierna derecha la pelota al fondo de la red. Todo el oportunismo del goleador valdría un título del mundo después, gracias a las tapadas de Rodolfo, y al gran trabajo de todo el equipo, que una vez más, contra los pronósticos, maravilló a propios y extraños.
Hoy, 11 de febrero de 2014, se cumplen nada menos que 33 años de aquella magnífica madrugada. Salud campeones!!!! Felicitaciones a todos los que hicieron posible aquella gran gesta, y nuestro enorme agradecimiento a todos ustedes. NACIONAL NOMA!!!!
CRÓNICA DE NACIONALDIGITAL.COM
Nacional había logrado en 1980 la conquista de América al vencer al Internacional de Porto Alegre, había ganado el Campeonato Uruguayo el 6 de agosto en el Gran Parque Central, con una ventaja de 7 puntos sobre el segundo que fue Wanderers, y 10 puntos sobre Peñarol. Nos faltaba la disputa de la Copa Intercontinental para lograr nuevamente como en el 71 ser los mejores del mundo.
En Europa, el equipo inglés de Nottinghan Forest era el campeón por segunda vez consecutiva. En la final de 1980, que se jugó en el Estadio del Real Madrid frente al Hamburgo, equipo de Alemania Federal, venció por 1 a 0 con gol de Robertson. Tenía en sus filas grandes jugadores como el arquero Peter Shilton, el jugador que más veces defendió la camiseta del seleccionado inglés y Trevor Francis considerado en ese momento uno de los mejores jugadores del mundo. El equipo inglés había llegado a tener el récord de 42 partidos sin ser derrotado. El enemigo era muy poderoso, pero enfrente estaba Nacional inspirado en el espíritu de sus fundadores .
El año anterior no se había disputado, pues el Campeón europeo Nottingham Forest no quiso jugar las finales frente al equipo de Olimpia de Paraguay. Se hicieron gestiones frente a las principales autoridades de la Confederación Sudamericana y de la U.E.F.A. sobre la posibilidad de jugar un solo partido. Lograda la aceptación de la propuesta, partió para Inglaterra el dirigente Sr. José Sassón, el cual llegó a un acuerdo con los principales del Nottingham de jugar un solo partido, el 11 de febrero de 1981 en Tokyo, Japón.
Con este acuerdo, se iniciaba una nueva forma de disputa de la final Intercontinental y la msima se mantuvo . Gran victoria de los dirigentes tricolores con Dante Iocco a la cabeza que lograron que se creara la denominada Copa Toyota. Nuevamente la dirigencia tricolor, como en el 24 y el 30, señaló caminos nuevos a transitar por el fútbol mundial.
Integración de la delegación de Nacional
Presidente: Dante Iocco
Delegados: Walter Noriega, Dr. Rodolfo Sienra y Dr. Joaquín Reyes Delgado
D. T. Martín Mujica
Prep. Físico Prof. Esteban Gesto
Equipier Walter Haynes
Masajista Enrique Olivera
Jugadores
Juan Carlos Blanco
Víctor Espárrago
Dardo Pérez.
Washington González
Rogelio Ramírez
Arcenio Luzardo
Denis Milar
Waldemar Victorino
Alberto Bica,
ulio Cesar Morales
Oscar Aguirregaray
Daniel Enríquez
Miguel Pereyra
José R. Cabrera,
Rodolfo Rodríguez
Héctor Molina
José H. Moreira
Hugo De León luego del Mundialito fue transferido al Gremio siendo el único de los campeones de América que no jugó la Intercontinental.
El partido
La madrugada del 11 de febrero de 1981, mas de medio Uruguay estuvo despierto esperando el resultado del partido.
Favorito de la prensa internacional era el equipo inglés pero es Nacional quien convierte el primer y único gol del partido a los 10 minutos de comenzado. El goleador Waldemar Victorino recibe un pase desde la derecha de José Hermes Moreira y con tiro corto luego de un salto vence al golero ante la sorpresa de los ingleses.
Nacional era el dominador del encuentro y en una decisión inexplicable del juez, le anuló un gol lícitamente convertido por Arsenio Luzardo. Apenas comenzado el segundo tiempo Bica convierte otro gol que el juez nuevamente anula.
Luego cambió el partido. El Nottingham Forest pasó a dominar totalmente el partido pero la excelente actuación de Rodolfo Rodríguez que tuvo atajadas espectaculares impidió el empate. Con Nacional defendiéndose con uñas y dientes el juez finalizó el partido comenzando el festejo popular en todo el Uruguay que se prolongó hasta la salida del sol.
Nacional había ganado, era el nuevo rey del fútbol mundial y nuestro goleador Waldemar Victorino ganó, como el mejor jugador del partido, el primer auto Toyota que regaló la empresa y que hoy ya es el clásico regalo de la final.
Nacional 1 Nottingham Forest 0 Fecha: 11 de Febrero de 1981
Cancha: Estadio Nacional de Tokio Juez: Abraham Klein (Israel)
Nacional: Rodolfo Rodríguez, José Moreira, Juan C. Blanco, Daniel Enríquez, Washington González, Denis Milar, Víctor Espárrago, Arsenio Luzardo, Alberto Bica, Waldemar Victorino y Julio César Morales.
Nottingham Forest: Shilton, Cray, Anderson, F.Cray, Burns, Ponte, Lloyd, Wallace, O´Neill, Francis y Robertson.
Gol: 10 min. Waldemar Victorino.