La goleada conseguida ante Deportes Iquique en la noche del martes sirvió para avanzar a la próxima fase de la Copa Sudamericana (mañana se definirán las fechas, pero Nacional jugaría en Loja en la semana del 29 de agosto), pero además sirvió para ahuyentar un viejo fantasma que perseguía en términos estadísticos a los tricolores en la actividad internacional.
La goleada conseguida ante Deportes Iquique en la noche del martes sirvió para avanzar a la próxima fase de la Copa Sudamericana (mañana se definirán las fechas, pero Nacional jugaría en Loja en la semana del 29 de agosto), pero además sirvió para ahuyentar un viejo fantasma que perseguía en términos estadísticos a los tricolores en la actividad internacional.
Por Julio Cifuentes
En los últimos tiempos se había hecho prácticamente imposible para el Decano del fútbol uruguayo poder revertir una serie eliminatoria después de perder por dos goles como visitante en el partido de ida, por lo que el logro adquiere mayor valor todavía. Los antecedentes más recientes pertenecen todos a la Copa Libertadores, ya que en los restantes torneos oficiales de la Conmebol no se había presentado la situación.
El último cruce de este tipo se había dado en el año 2010, cuando después de perder 3 – 1 en Belo Horizonte ante Cruceiro (gol de Mario Regueiro) volvimos a caer (3-0) en el Parque Central; antes, en 2007 también sufrimos un 2 – 0 en contra en la ida, en Cúcuta ante el Deportivo local, y la revancha no paso de un empate 2 – 2 (Gonzalo Castro y Diego Vera) que nos dejó afuera.
Yendo más atrás en el tiempo, encontramos otro 0 – 2 en el año 2001, en la segunda fase de la Libertadores ante el América de Cali, que nos volvió a vencer (3-1) en el Centenario, descontando “El Chengue” Morales de penal, y ya en el siglo pasado, en la copa de 1997, se dio un hecho curioso, ya que Nacional cayó 3- 1en Montevideo (gol de Recoba) y cuando fue a Santiago estuvo a punto de revertirlo, ganando 2-1, con goles de Fernando Kanapkis y el paraguayo Sanabria.
Queda la convicción ahora de que aún cayendo por dos tantos y sin anotar goles que “valgan doble” perfectamente Nacional puede revertir series que se presentan desfavorables, haciendo valer la localía y el peso de su inigualable historia.
